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En nuestra vecina y hermana ciudad de Elche, donde sus moradores claman por la concienciación de su población en cuanto al respeto al colectivo de la dependencia, con la celebración anual del DÍA DE LA RAMPA, una vez más han puesto de manifiesto la escenificación de que en su pueblo que se preocupan por su accesibilidad para que todos, unos y otros, así es como pueden movilizarse dentro de un plano de igualdad.
Ojalá no hubiera sido necesaria la creación en la capital de la provincia de la ASOCIACIÓN ALICANTE ACCESIBLE. Señal inequívoca de la sensibilidad de sus concejales por el bienestar de sus ciudadanos, pero claro, no es el caso.
Mientras que en Elche todo dependiente que acredite su falta de movilidad, no solo aparcan en sus vados reservados, sino que lo hacen en todos los espacios habilitados a tal fin, en la zona de aparcamientos generales, aquí ni se preocupan para nada si aparcan vehículos no autorizados en sus espacios reservados, que no en toda la ciudad donde podrían llegar a ser sancionados.
¿Donde está la diferencia?
En una simple ausencia en sus munícipes, de un poco más se sensibilidad de la que ahora nos manifiestan.
Aquí si funciona un ascensor que cubra un significado nivel sobre el suelo, será fruto de una gran presión reivindicativa, jamás de una necesidad meditada.
¿Cual será entonces su máxima preocupación?... sin duda alguna sus múltiples y progresivas imputaciones así nos lo indican.
No es solo en el Páis Valenciá donde sufrimos los recortes a la dependencia, como podremos ver todos esto ocurre en cualquier lugar de nuestra geografía.
Esto se debe a una equivocada extrategia efectuada por el PP. Así es como cuadran sus cuentas. Ni grandes empresas, tampoco grandes fortunas, ni el clero se refiere a ello, todo vale. Pero a nosotros solamente nos vale aquello que sea bueno. Y lo bueno sería cumplir con las leyes, ¿o es que eso no va con ellos?.
¡Pues mal ejemplo ofrecen para pedirnos los recortes que nos imponen ellos!
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