Se acerca el tiempo de la verdad;
el tiempo de la palabra,
el tiempo de romper entre la ola y la esperanza,
las soledades dormidas, los silencios de estampa.
Se acerca el tiempo de todos venciendo a las nadas.
Se ha desenterrado el hacha
que habrá de marcar la distancia
entre los derechos de lo humano
frente a la bestia deshumanizada.
Se abre paso el clamor, el grito, la esperanza;
se abre paso la fuerza en la profundidad ocultada.
Se abren paso mis ojos reviviendo en la añoranza,
cuanto pudo haber sido y no fue,
cuanto quiero que sea mañana.
Late el corazón en la memoria
que despierta la promesa silenciada
de volver a renacer sobre el rescoldo
que dormía en la ceniza sepultada.
Tiempla el mercenario en su trinchera,
repta el camaleón dando la espalda
a cuanto no debió de ser pero que ha sido,
porque teme que no valga su palabra.
Se acerca el tiempo de la verdad
y la justicia emancipada.
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