Así nos crece el pelo y así deberemos sentirnos culpables de esta escenificación con resultado de un macabro acontecer que a todos, propios y ajenos, nos causa una grandísima vergüenza reconocer esta situación creada.
Es cierto que ha sido únicamente él quien se ha encargado de cometer un delito a todas luces exacrable, pero de ahí a que una mayoría de valencianos optemos por premiar semejante barbaridad con nuestro reconocimiento en la urnas, de alcanzar, indebidamente, una mayoría absoluta, es para que todos meditemos por nuestro bochornoso comportamiento con una sociedad que parece ser ha perdido su norte.
Para nada nos sirven las obsoletas definiciones de izquierdas y derechas. Esto debe ser considerado una anécdota dentro de las situaciones que a cada cual le corresponden ocupar tanto en el Congreso de los Diputados, como en la existencia inexplicable de un Parlamento. Ambas definiciones quedan a merced de los criterios comunitarios y es desde Bruselas desde donde vienen marcadas unas directirces para toda Europa que ambos, unos u otros, quienes sean gobernantes en ese momento, lo que deben de aplicar, ya no unos criterios propios del país a considerar, sino que nos sometemos a la disciplina comunitaria y ya solamente restan matices de aplicación según sean de unos intereses progresistas o conservadores, aún cuando por los últimos resultados legislativos da la impresión que todos en este estado, compuesto de diferentes nacionalidades, seamos conservadores, cuando es cierto que somos mayoritariamente trabajadores quienes le hemos dado el voto, un voto que para nada, bueno, para algo sí, para hurtarnos sin rubor, algo que a todos nos pertenece. Me refiero a todos los españoles, no solo a unos politicuchos del tres al cuarto.
Para una agrupación de intereses como lo son de este colectivo de personas con diversidad funcional que somos, aunque socialmentete quieran definirnos como discapacitados, solamente nos debe interesar el bien común, y me refiero a que independientemente de nuestra orientación política que practiquemos, debemos ser lo suficientemente honrados como para reconocer que no en todos los casos tendremos la razón. Hemos de aprender a escuchar a nuestro interlocutor y contrastar nuestras ideas, pues solamente así adivinaremos que es lo que más nos conviene. No podemos menospreciar a nadie; no estamos siempre en la posesión de la verdad, hemos de ser lo suficientemente consecuentes con lo que decimos y escuchamos para tratar de encontrar un camino que nos favorezca a todos, pues una cosa son nuestras ideas, (todas son respetables y por ser precisamente ideas no debemos de fusilarlas) pero si logramos ser lo suficientemente honestos, coincidiréis en que lograremos una solución que afecte a una gran mayoría con efectos beneficiosos.
Debemos reprocharles a todos, gobierno valenciano como también a la oposición, por no denunciar sobradamente estos abusos, la situación general a donde nos han llevado unos y otros. Que si bien antes fuera el PSOE quién se enfrascó en terrenos insospechados de la corrupción, es ahora el PP quién lo ha llegado a emular, pese a que anteriormente criticase esta degeneración.
El caso es que de una ley nacida en tiempos electorales, sin meditar profundamente su consecuencias, nos hemos quedado todos o una gran mayoría, sin recibir los escasos beneficios que nos concede su aplicación, tanto que algunos de nuestros compañeros han pasado a mejor vida sin recibir la alegría de unas prestaciones estatales que ya le debieran haber correspondido hace alrededor de 4 años atrás. Nadie de nuestro colectivo se puede considerar arma arrojadiza entre las estrategias de diferentes partidos políticos conforme lo han hecho. No me importa quién nos ha llegado a boicotear, a veces quién lo hace no es quien lo practica, sino quién lo consiente, pero nunca hemos de ser un juguete para que vengan unos descerebrados a hurtarnos lo nuestro.
Recapacitemos todos un poco sobre lo que desde las últimas elecciones nos ha sucedido, tratemos en lo sucesivo no emitir nuestro sufragio con la barriga, sino pensando un poco más con la cabeza las consecuencias de un programa que nos resulta más ventajoso para nuestros intereses y dejémonos de pamplinas y cantos de sirena, que eso es precisamente lo que menos nos beneficia.
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario