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Cuando uno piensa en los eventos deportivos, priivados que no públicos, acaecidos últimamente en la comunidad y se encuentra, sobre todo, pasmado ante la actitud irrespopnsable de unos dirigentes que, en lugar de convocar nuevas elecciones para nombrar a otro "president" que lo ratifique el pueblo y no unos mentecatos como los que nos han desgobernado el País Valencià, bloquean su voluntad popular, piensa si en realidad todos los valencianos quieren que siga todo como antes o no, pues al Sr. Fabra aunque llegase a ser un buen alcalde, que no es el caso, toda vez que se encuentra refutado por un sinfín de castellonenses que lo rechazan de plano por su caótica gestión de la ciudad de Castellón de la Plana, se enrabieta al comprobar que la Plataforma en defensa de la Ley de Dependencia, deba manifestarse ante la discriminatoria actitud que muestra cuando en Castellón y Valencia van al corriente en los pagos al colectivo de la dependencia, y mientras, en Alicante llevamos desde el pasado mes de junio sin haber recibido las correspondientes prestaciones económicas que marca la Ley, pese a que saben sobradamente que muchos viven pendientes de cada primero de mes por que las paupérrimas cuotas de prestación que perciben no dan para apenas llegar a finales.
Repetimos la historia de un gobierno que permite que todo siga igual, que por una parte acusen al gobierno estatal por unas actuaciones que son reflejo de lo que ellos mismos niegan realizar, y encima tengamos que aguantarles reiterar viejas componendas y desaguisados como la celebración de la Fórmula 1, cuando las arcas del País Valenciá estan repletas de telarañas debido, principalmente, a que no han demostrado tener la suficiente preparación para otra cosa que no sea prevaricar y hurtar al pueblo aquello que le pertenece.
Prueba de ello es la lista interminable de imputados pendientes de su juicio, ya que se apresuraron a buscarse un abrigo en el Consell como diputados para que estuvieran aforados y así alargar todo este proceso judicial, no por renunciar voluntariamente como en algunos casos han tenido la gran desfachatez y el cinismo de proclamarlo a la opinión pública, no, lo que todos andaban buscando premeditadamente era estar aforados, como es el caso de Carlos Fabra, Luís Diaz Alperi y tantos otros directamente responsables de la financiación ilegal del PP nacional, del caso de Mercalicante, del Caso Brugal y otros tantos casos provocados por el rápido enriquecimiento personal de los incursados, como en el caso de la familia de Cotino, quién enmascaraba sus reales pretensiones.
Va siendo hora que a los dependientes del País Valencià les abonen aquello que realmente les pertenece a ellos y no a una panda de apandadores que son quienes venden la etiqueta de unas ganancias que ellos tendrán, pero que irremediablemente lastran las paupérrimas arcar del país.
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