...
Algo nuevo entre todos
Colomer (11/07/2011)
La crisis que estalló en 2008 no ha hecho más que precipitar la emergencia de un tiempo ciertamente distinto. Todos los órdenes de la vida se ven afectados y cada vez parece más evidente que no estamos viviendo una crisis convencional sino un cambio trascendental. Quizá no sepamos calibrar el alcance del mismo pero, como indican numerosos analistas, la sacudida global que hemos registrado es parte de un auténtico cambio de era en la historia de la sociedad humana. Cuanto antes tomemos conciencia tanto más puntuales llegaremos a los retos y desafíos que nos esperan. Muchas voces autorizadas no han cesado de anunciar que nada será igual que antes.
La política debe ser creación y rebeldía legítima, organizada. Vencer la rutina si esta no sirve al objetivo esencial: mejorar las condiciones de vida de la sociedad superando toda suerte de injusticias. Pongamos un ejemplo, a modo de propuesta. Un ejemplo cercano, de interés inmediato y directo para los ciudadanos de nuestra provincia. Pongamos el ejemplo que simboliza el 90% de todas las noticias de corte político que se generan cada día en nuestras principales instituciones. La casi totalidad de los debates que ocupan y preocupan a todos los políticos y partidos del arco parlamentario. Pongamos el ejemplo de las inversiones pendientes en nuestro territorio. Inversiones ligadas al desarrollo económico y social de Castellón. No es un tema menor, afecta a la vida y el futuro de las personas.
Ciertamente, asumo la existencia y cronificación de un desprecio hacia Castellón que, por manifestarse, hasta toma cuerpo en Canal 9. En todos los ámbitos de la gestión pública hemos sido golpeados. Los más dramáticos son la educación, la sanidad, la dependencia, por no mencionar las infraestructuras viarias y ferroviarias. Históricamente lo hemos resuelto descalificando al adversario y construyendo en el imaginario colectivo una historia de buenos y malos. Un relato de filias y fobias, de tacaños y pródigos, de partidarios y traidores a los intereses de esta provincia. Un guión infantil alimentado por la cultura de la hostilidad que domina sin mesura el discurso político de nuestros días. Creo sinceramente que el balance que podemos efectuar no es positivo. El tiempo ha arrebatado la razón a todos los que se posicionaron en el frontón del sectarismo. Aunque personalmente estoy persuadido del carácter inversor de los gobiernos de signo socialista lo que importa en este momento es cambiar el estilo y los objetivos estratégicos en la defensa de los ciudadanos y los intereses de Castellón. Evitar el frentismo hilvanando una nueva estrategia que anteponga Castellón a todo. La vida parlamentaria sigue basada en la disciplina de voto y el cierre de filas en todos los debates cuyo desenlace resulta siempre previsible. Esta es la lógica que nos ha condenado históricamente a salir invariablemente perdiendo como provincia. Nuestros representantes nunca anteponen la defensa de Castellón al voto debido y Castellón no disfruta de aliados poderosos en ningún lado. No es menos cierto que se trata de una lógica que busca un orden supuestamente coherente y una visión más integral de la dinámica política. Pero ¿qué pasaría si un día se invierte el guión y la lógica deja de ser la rutinaria? ¿Qué pasaría si los parlamentarios de Castellón antepusieran los intereses de la provincia a otro tipo de cálculos? ¿Qué pasaría si diputados de todos los partidos asumieran que merece la pena clamar contra la discriminación de Castellón? ¿Por qué Alicante y Valencia tienen una red de tranvía como la que tienen y en Castellón vamos al ritmo que vamos? O, ¿por qué algunos tramos del AVE en otras regiones tienen más prioridad que el prometido en nuestra provincia? Quizá innovar en política y comenzar a entender el hartazgo de la sociedad recomiende alterar la lógica imperante introduciendo gestos y comportamientos de calado distinto. Una cierta dosis de rebeldía causaría demasiada confusión en las estructuras de los partidos pero, tarde o temprano, sucederá. Es un ejemplo de cómo podría oxigenarse un sistema demasiado amargo para provincias como la nuestra.
© El Periódico Mediterráneo. Edición Digitial
www.elperiodicomediterraneo.com
Fuente: Blog Política, Discapacidad y Sociedad
Mi opinión
..
González (11/07/2011)
Los vaticinios aparecidos en los medios de comunicación de la provincia se han cumplido. El PSPV de la capital ha bajado el quizás último escalón, empujado por las ansias de poder de media docena de ambiciosos, flautistas hamelinianos que arrastran tras sí la frustración, desolación y abatimiento de grupos de militantes, comparsas eternos del concierto de intereses personalísimos de los mismos de siempre, bajo caretas distintas. Sus nombres están escritos en páginas de los diarios: Clara Tirado, Isabel Escudero, Juli Domingo, Ignacio Subías, Tico, Mario Edo, Juan María Calles… y el maestro, Jorge Alarte, con la batuta torcida, sin autoridad, con su partenaire, Óscar Tena.
Todo empezó cuando trocaron promesas de futuros cargos por su apoyo a Alarte en el congreso último. El virus de la ambición personal quedó anclado en sus conciencias, sin preocuparse de que ese mismo virus es el que mata los principios de lealtad y prudencia; destruye la relación con los militantes y fagocita los restos de sentido de miembro disciplinado de partido y dignidad que puedan quedar aún indemnes. Y lo principal, hurta a la ciudadanía la acción benéfica de gobiernos sociales de progreso, dejando paso libre a la derecha omnívora e insaciable.
Alarte ha impuesto a Calles y ha pisoteado -con sus peones- la autoridad de Colomer y la voluntad provincial, metiendo su lista a gusto de Óscar Tena y de los que ahora han intentado lanzar al barranco a Pep Lluis Grau. Con todo ello, obtuvimos la derrota del 22-M, propiciando una victoria "políticamente póstuma al quasi valetudinario Fabra.
La conclusión es incontestable: ellos son los máximos responsables de la debacle local, provincial y autonómica, y quienes deben rendir cuentas ante los militantes socialistas de Castellón.
Pero no abandonaremos la lucha. Y mucho menos ahora que la derecha se rearma con modos y maneras más neofascistoides que nunca. El cáncer del fabrismo invade Castellón…, y la alternativa es una sola: o ellos… o la democracia, la libertad y el progreso. H
© El Periódico Mediterráneo. Edición Digitial
www.elperiodicomediterraneo.com
Fuente. Blog Política, discapacidad y Sociedad
--
No hay comentarios:
Publicar un comentario