Regalos a políticos
«La justificación de los trajes de Camps está clara. Dice Esperanza Aguirre: "Aquello de lo que se acusa a Camps es inferior en cuantía a los regalos que ha aceptado el juez Garzón". Luego Garzón debió callar y mirar para otro lado»
Seis años después, Francisco Correa, el ahora principal imputado en la trama de corrupción que investiga el juez Garzón, compró un Jaguar S Type 4.0 V8 por importe de 8,6 millones de pesetas que matriculó a nombre de Jesús Sepúlveda, responsable del área electoral del PP, luego senador y alcalde de Pozuelo, y esposo entonces de Ana Mato, actual miembra de la Ejecutiva popular. La fotocopia de la factura y el cheque se publicaron en el diario "El Mundo". El ex alcalde de Pozuelo alega que Correa se había encaprichado de un BMW 523 propiedad de él y se lo cambió por el Jaguar pagando la diferencia. Recuerda la excusa de Luis Ramallo.
En 1989 Luis Ramallo siendo senador por el PP fue el mayor acusador político de Pilar Miró por adquirir con caudales públicos, y como gastos de representación, vestidos para ella y regalos a sus colaboradores por importe de unos dos millones de pesetas, teniendo que dimitir como directora de Televisión Española. Tres años después, salió absuelta y con todos los pronunciamientos a su favor. Pero en 2001 se descubrió que Ramallo como vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores recibió un reloj valorado en dos millones de pesetas de Antonio Camacho, dueño de Gescartera, el que hizo en Bolsa una estafa piramidal de mil millones de pesetas, diciendo Ramallo que no fueron regalos, sino que "pedí a Camacho que me comprase unos objetos para despedirme de los miembros del Consejo de la CNMV, porque en Suárez (tienda de lujo) le hacían descuento. Luego no quiso cobrármelos, y yo quise compensarle con un cuadro". ¿Le pasó algo? Ramallo siguió de notario en Madrid, y en Mérida han puesto su nombre a una avenida. No fue ni imputado por la juez instructora Teresa Palacios, la del Yak 42 -impidió que declarase Trillo-. Esta juez declaró en prensa durante la instrucción que el caso Gescartera nada tenía que ver con Filesa, y que el PP nombró una comisión a diferencia del PSOE que nunca lo hizo. Un poco lenguaraz, ¿no? Al poco fue propuesta por el CGPJ como magistrada de sala de la Audiencia Nacional.
Ahora, el juez Garzón informa al TSJ de Valencia que se regalaron trajes por valor de 34.908 euros a Camps y tres de sus colaboradores, por Orange Market, una empresa que, según las investigaciones judiciales, es propiedad del jefe de la trama corruptora que de 2005 a 2009 obtendría contratos millonarios en euros con el gobierno de la Generalitat Valenciana. Le han dicho que justifique los pagos o que dimita, pero se resiste no le vaya a pasar como al primer presidente de Castilla y León, el socialista Demetrio Madrid que fue imputado en 1986 por un delito fiscal relacionado con una empresa textil (José María Aznar, que ya se postulaba como aspirante a competir por la Presidencia, lanzó un reto que tuvo una amplia repercusión mediática: "Le doy 24 horas para dimitir"). Demetrio Madrid dimitió de su cargo... y tres años después fue absuelto.
La justificación de los trajes de Camps está clara. Dice Esperanza Aguirre: "Aquello de lo que se acusa a Camps es inferior en cuantía a los regalos que ha aceptado el juez Garzón". Luego Garzón debió callar y mirar para otro lado. También dice Trillo que el sastre que le tomaba medidas a Camps en el hotel Ritz, "es un imputado, no un testigo, y creo que cobraba tal vez dos veces las facturas: una a Camps, y otra a Orange Market". -Eso sí, concluye Trillo, Camps paga siempre en dinero, nunca con tarjeta. ¿Entiende el lector por dónde van los tiros?
* Luis Segovia López es magistrado jubilado.
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