25.11.08
Rouco pide "olvidar" Franco para evitar "confrontaciones violentas"
1. El presidente de los obispos afirma que recobrar la memoria histórica puede deteriorar la convivencia"
2. El PSOE replica que la Iglesia beatificó centenares de religiosos asesinados por el bando republicano
2. El PSOE replica que la Iglesia beatificó centenares de religiosos asesinados por el bando republicano
De izquierda en derecha, los obispos Cañizares, Blázquez, Rouco y Amigo, ayer, a la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española.MÁS INFORMACIÓN
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* EDITORIAL: 'El perdón y la memoria'
JUAN RUIZ SIERRA
MADRID
Ante las leyes de memoria histórica, la apertura de fosas y las investigaciones judiciales al franquismo, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Antonio María Rouco Varela, ofreció ayer su propia receta para cerrar a las heridas de la guerra civil y la dictadura: el olvido. Si no se pasa por alto y se olvida lo que pasó el siglo pasado, sostuvo el también arzobispo de Madrid durante la inauguración de la asamblea plenaria de los prelados, España puede caer otra vez en las "confrontaciones violentas".
"No son pocos los que manifiestan una justificada inquietud ante el peligro de un deterioro de la convivencia serena y reconciliada", señaló Rouco en un discurso largo, leído, y en el que evitó, a diferencia de otras ocasiones, detenerse en sus discrepancias con las posiciones que defiende el Gobierno socialista. "Siempre es necesario vigilar para evitar de cuajo actitudes, palabras, estrategias y todo lo que pudiera dar pábulo a las confrontaciones que puedan acabar siendo violentas -continuó-. Es necesario cultivar al espíritu de reconciliación que presidió la vida social y política durante los años de la transición. A veces es necesario saber olvidar. No por ignorancia o por cobardía, sino en virtud de una voluntad de reconciliación y de perdón responsable y fuerte. Es lo que se puede denominar una auténtica y sana purificación de la memoria".
BEATIFICACIONES
Pero hace poco más de un año, en octubre del 2007, los obispos españoles culminaron la beatificación más numerosa de la historia: 498 mártires, 496 de ellos de la guerra civil, casi todos curas y religiosos que habían muerto en manos del bando republicano. "Me sorprende que quien está promoviendo beatificaciones de personas relacionadas con aquella época apele ahora al olvido. Algunos tienen amnesia en función de sí les conviene o no ", manifestó sobre el discurso de Rouco el vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Precisamente después de aquella multitudinaria beatificación, celebrada en Roma, el antecesor de Rouco en el cargo, Ricardo Blázquez, considerado menos conservador, manifestó una cosa bien diferente sobre la guerra civil: planteó la necesidad de que la Iglesia pida perdón por sus "actuaciones concretas" en el conflicto bélico.
El arzobispo de Madrid, al abrir una asamblea plenaria en que los prelados decidirán mañana quién ocupará el cargo de secretario general, también se detuvo en una cuestión tan actual como la crisis. Recurriendo a una expresión del gusto del papa Benet XVI, el "relativismo moral", Rouco apuntó la codicia como detonante.
EL ABORTO Y LA CRISIS
"Es momento de examinar si la vida económica no se ha visto dominada por la avarícia de la ganancia rápida y desproporcionada; si el despilfarro y la ostentación, privada y pública, no han sido presentados con demasiada frecuencia como supuesta prueba de efectividad económica y social", declaró el cardenal, que, sin mencionar al Ejecutivo, citó dos factores que según él ayudan a explicar el actual desastre financiero: el hecho de que la familia no reciba "el soporte cultural, social y legal adecuado" y "el sacrificio doloroso y legalmente tolerado de tantas vidas inocentes a través de la práctica sistemática del aborto".
"No son pocos los que manifiestan una justificada inquietud ante el peligro de un deterioro de la convivencia serena y reconciliada", señaló Rouco en un discurso largo, leído, y en el que evitó, a diferencia de otras ocasiones, detenerse en sus discrepancias con las posiciones que defiende el Gobierno socialista. "Siempre es necesario vigilar para evitar de cuajo actitudes, palabras, estrategias y todo lo que pudiera dar pábulo a las confrontaciones que puedan acabar siendo violentas -continuó-. Es necesario cultivar al espíritu de reconciliación que presidió la vida social y política durante los años de la transición. A veces es necesario saber olvidar. No por ignorancia o por cobardía, sino en virtud de una voluntad de reconciliación y de perdón responsable y fuerte. Es lo que se puede denominar una auténtica y sana purificación de la memoria".
BEATIFICACIONES
Pero hace poco más de un año, en octubre del 2007, los obispos españoles culminaron la beatificación más numerosa de la historia: 498 mártires, 496 de ellos de la guerra civil, casi todos curas y religiosos que habían muerto en manos del bando republicano. "Me sorprende que quien está promoviendo beatificaciones de personas relacionadas con aquella época apele ahora al olvido. Algunos tienen amnesia en función de sí les conviene o no ", manifestó sobre el discurso de Rouco el vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Precisamente después de aquella multitudinaria beatificación, celebrada en Roma, el antecesor de Rouco en el cargo, Ricardo Blázquez, considerado menos conservador, manifestó una cosa bien diferente sobre la guerra civil: planteó la necesidad de que la Iglesia pida perdón por sus "actuaciones concretas" en el conflicto bélico.
El arzobispo de Madrid, al abrir una asamblea plenaria en que los prelados decidirán mañana quién ocupará el cargo de secretario general, también se detuvo en una cuestión tan actual como la crisis. Recurriendo a una expresión del gusto del papa Benet XVI, el "relativismo moral", Rouco apuntó la codicia como detonante.
EL ABORTO Y LA CRISIS
"Es momento de examinar si la vida económica no se ha visto dominada por la avarícia de la ganancia rápida y desproporcionada; si el despilfarro y la ostentación, privada y pública, no han sido presentados con demasiada frecuencia como supuesta prueba de efectividad económica y social", declaró el cardenal, que, sin mencionar al Ejecutivo, citó dos factores que según él ayudan a explicar el actual desastre financiero: el hecho de que la familia no reciba "el soporte cultural, social y legal adecuado" y "el sacrificio doloroso y legalmente tolerado de tantas vidas inocentes a través de la práctica sistemática del aborto".
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