Europa
Mayores, discapacitados y mayores discapacitados
El Consejo de Europa comienza a preocuparse seriamente
Nathalie Domínguez / Madrid- 28/10/2009
El progresivo envejecimiento de la población y la situación de dependencia en la que ya se encuentran las personas con discapacidad y se encontrarán las futuras generaciones están preocupando muy seriamente a los miembros del Consejo de Europa (CoE). Por ello, han mantenido un encuentro de dos días que ha servido para tratar y recordar la promoción los derechos fundamentales de estos colectivos, impulsar un plan de acción sobre la discapacidad y una recomendación sobre el envejecimiento.
'Envejecimiento y discapacidad. Promoción de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad y de las personas mayores'. Este es el nombre de la conferencia desarrollada en Eslovenia, que sentó en la misma mesa a políticos y a especialistas procedentes, tanto de los 47 Estados miembros y observadores del Consejo de Europa, como de otros organismos internacionales que actúan en el campo de la discapacidad, como son el Foro Europeo de la Discapacidad, la Plataforma Europea para la Rehabilitación, o la misma ONU.
El fin, favorecer la puesta en marcha del Plan de Acción del CoE para las personas con discapacidad 2006-2015; promover la recomendación del CoE sobre "Envejecimiento y discapacidad en el siglo XXI: marcos sostenibles en vistas a mejorar la calidad de vida en una sociedad inclusiva"; lanzar el informe del CoE "Reforzar los derechos y la integración de las personas con discapacidad mayores y de los mayores que han adquirido una discapacidad por la edad: una perspectiva europea"; y, finalmente, intercambiar información sobre las prácticas en la oferta de servicios de calidad a las personas con discapacidad mayores.
El CoE ha recordado que debe mantenerse de manera estricta el cumplimiento del Plan de Acción sobre discapacidad 2006-2015, conformado por 15 líneas de actuación: la participación en la vida política, pública y cultural, en la educación, la información y la comunicación, en el empleo, y garantizar la accesibilidad de los edificios y transportes. Además, el texto apela a las necesidades concretas de las mujeres y niños con discapacidad, y sobre las personas gravemente discapacitadas que requieren niveles asistenciales muy elevados.
En cuanto a la Recomendación sobre el progresivo envejecimiento de la población con discapacidad y de la discapacidad surgida por motivos de edad, el CoE ha resaltado la necesidad de establecer una serie de marcos sostenibles que mejoren la calidad de vida de este colectivo en una sociedad plenamente inclusiva.
Así, hace referencia al establecimiento de un marco legislativo que promueva la autonomía y una vida independiente -incidiendo principalmente en ofrecer los medios necesarios para que mantengan una vida activa, como voluntariados, cursos, participación en la cultura y política, entre otros-, que mejore la calidad de los servicios ofrecidos -no sólo físicos, sino también psicológicos e incluso religiosos si fuera necesario-, y un marco que garantice la igualdad en el acceso a los servicios sociales y protección jurídica y financiera, esquivando la situación de pobreza.
Por supuesto, la correcta atención domiciliaria, un comportamiento apropiado e involucrado por parte de familiares y amigos, un sistema de financiación que abra las puertas a las ONG, donaciones o loterías entre otros, así como una mayor protección contra posibles abusos estableciendo, por ejemplo, líneas gratuitas de atención telefónica, no quedan excluídos de este completo documento.
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