Ayudas de la Ley de Dependencia
El domingo leo que las primeras ayudas de la Ley de Dependencia han llegado por fin a la provincia de Málaga. Solamente han hecho falta catorce meses para que el raquítico goteo comience.
Pero aunque se hayan puesto en el fondo del cajón insultantes engaños, es una jornada para alegrarse por los premiados. ¿Enhorabuena!
Yo no me encuentro incluido en esa cifra y seguiré esperando. No me queda otro remedio. Pero paciencia tampoco me sobra después de que me acogí a la ya no tan nueva ley en mayo del pasado 2007. Que alguien me pida ahora «un poco de paciencia» equivale a darme una bofetada en cualquiera de mis ya maltrechas mejillas.
Antes que solicitar algo de paciencia a unos hastiados ciudadanos de tercera clase, yo demando mayor agilidad a todas las instituciones, para que no nos congratulemos catorce meses tarde de que unas personas han sido agraciadas.
Ciertamente corresponde rememorar a aquellas personas fallecidas mientras esperaban ver sus derechos reconocidos convertidos en realidad. Se podra argumentar que Málaga ha llevado este proceso mucho mejor que otras provincias, pero el refranero español afirma contundente que «mal de muchos, no amanece mas temprano», o algo así.
César Giménez Sánchez
Málaga
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