Hace 36 años mi familia se vio sacudida por un desgraciado accidente laboral que dejó a mi marido en una silla de ruedas. En la flor de la vida y con dos hijos pequeños, tuvimos que armarnos de valor para sacar adelante nuestro hogar.
Cuando a principios de legislatura el señor Zapatero anunció la ley de Dependencia, confieso que a nosotros se nos abrieron unas expectativas, pues después de 36 años luchando con una gran invalidez, y aun siendo conscientes de que ninguna ley iba a curar la lesión de mi marido, así como que tampoco ninguna ley me iba a hacer recuperar el vigor de mis condiciones físicas y psíquicas, lógicamente afectadas como cuidadora, el hecho de que el Gobierno quisiese dar un paso a favor de los dependientes nos hizo albergar esperanzas que de alguna manera pudieran mitigar y ayudarnos a llevar el dolor de estar condenado de por vida a una silla de ruedas.
Pues bien, iniciamos los trámites y seguimos todas y cada una de las instrucciones que se nos exigían para disfrutar de los «ventajosos» efectos de la cacareada ley de Dependencia. Una vez cumplidos los trámites, y sin entrar a valorar la condición del solicitante, nos notifican la resolución de la Consejería de Bienestar Social en la que a mi marido le conceden la cuantía de 35,57 euros mensuales. Es decir, en 35,57 euros se traduce el esfuerzo del Gobierno y los grandes beneficios de la ley de Dependencia. Ésa es la sensibilidad de la que hace gala la izquierda que nos gobierna, y que creo que no merece más comentarios que el testimonio que les estoy ofreciendo y del que tengo toda la documentación para quien lo quiera comprobar.
Puesto que seguramente no tendré más alternativa que el pataleo, sirva este medio para expresar mi indignación como ciudadana afectada, y para poner de manifiesto la falta de respeto de este Gobierno socialista con los ciudadanos, ya que ahora vuelve a presentarse como el paradigma de la sensibilidad social, cuando lo único que hace es utilizar los dramas ajenos en beneficio propio.
María del Carmen Pérez Rojo
Sevares (Piloña)
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