EL PAÍS - 12-03-2008
Las residencias de mayores de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales llevan una semana envueltas en la polémica desde que se hiciera público que el director de la de Manoteras pretendía ahorrar limitando "el consumo de verduras y frutas" de los mayores, reutilizando el aceite de freír o "comprando carne de menor calidad". La presidenta regional, Esperanza Aguirre, y la consejera Gádor Ongil quisieron dar un golpe de autoridad y destituyeron al día siguiente al director del centro, Juan José Araúzo.
Esto, sin embargo, no pudo esconder el hecho de que desde hacía más de un año un total de 214 familiares de residentes llevaban quejándose por las condiciones de la residencia ante la consejería. Al día siguiente, además, se supo que en otro centro público, Goya, varios ancianos amanecían algunas mañanas "empapados de orín" o en "condiciones higiénicas lamentables" .
Ahora, además de los errores de medicación en Alcorcón, se sabe que pese a la amplia lista de espera para obtener una plaza en estas residencias, existen 510 vacantes que el Gobierno regional no concede, según la Federación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid, organización convocante de la huelga de médicos que trabajan para Familia.
De estas plazas, según los médicos, 15 están en la residencia de Alcorcón, 74 en la de Arganda, 40 en Cisneros, 16 en la de Colmenar Viejo, 58 en Doctor González Bueno, 60 en Francisco de Vitoria, 28 en Gastón Baquero, 80 en Nuestra Señora del Carmen, 60 en Reina Sofía, entre otros centros de la red pública. La Consejería de Familia asegura que todas esas plazas están cubiertas.
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