viernes, noviembre 07, 2014
EN EL PAÍS DE LOS PATOS COJOS
Laura Ballester
Periodista. Autora del libro «Lluitant contra L'Oblit»
El 3 de julio de 2006, el subsuelo de Valencia vivía el peor accidente de metro de la historia de España. En las vías de la estación de de Jesús, quedaron 43 personas muertas, 47 heridas de gravedad y las esperanzas rotas de cientos de familias. En la superficie, los representantes institucionales se afanaron por pasar página. La versión oficial de la fatalidad se impuso, el blindaje gubernamental obstaculizó las investigaciones y una densa capa de olvidos se expandió sobre la tragedia. Pero las víctimas siempre mantuvieran la dignidad. Son conscientes de que aún queda soterrada la verdad. Luchando contra el olvido es el relato necesario de la larga lucha por rescatarla. La periodista Laura Ballester, que cubrió la noticia desde el primer día y aún sigue informando sobre el proceso, presenta esta tarde en el Club INFORMACION (19.30 horas), el libro «Lluitant contra L´Oblit», que recoge paso a paso el devenir del caso.
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LA DIVINA COMEDIA
En zoología un pato cojo es aquel que debido a su minusvalía es incapaz de seguir el paso de su manada y esta circunstancia le convierte en presa fácil frente a los depredadores que merodean. En política, la expresión pato cojo se aplica a los líderes que se encuentran al final de su mandato y cuentan con escasas/nulas probabilidades de repetir en el cargo. Ellos lo saben. Los demás, también. Unos y otros actúan en consecuencia. Los afectados, salvo que la ley marque taxativamente su abandono de responsabilidades -limitación de mandatos- prefieren ponerse una venda en los ojos y actuar como si nada. Los demás se esmeran en demostrar a los primeros que su poder es caduco y ya no les temen.
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Esta es la consecuencia a la que, creo, todos hemos llegado después de comprobar que es España una verdadera pandereta. Ya lo dijímos ayer y volvemos a repetirlo hoy. En un estado donde ocurren las cosas que aquí comprobamos que suceden no podría ser de otra manera que la dicha. Todo son investigaciones encaminadas a desvelar los graves acontecimientos políticos de un partido bajo permanente sospecha de una financiación ilegal, pero nada de nada, todo está como dijo el anterior dictador, atado y bien atado al amparo de una manipulación, que se presume, no deja avanzar el esclarecimiento de la verdad, aunque esta se presume esa es la realidad.
Es imposible que una persona tan claramente implicada permanezca en la cárcel. Es impensable que el accidente del metro valenciano permanezca todavía soterrado en el olvido. Tenemos en la actualidad una línea de investigación en la que nadie cree camine por la senda de la verdad y el conocimiento. Existe un líder nacional valenciano que miente en cada palabra que pronuncia y se desdice y no le pasa nada. Los españoles permanecemos mientras en silencio como si nos hubieran dormido tras unos actos de prestidigitación colectivo. A mi entender existen suficientes motivos para acudir a una manifestación en demanda de justicia, pero quizás sea el miedo quien impone su retracción en previsión de no se que pueda acaecer. Lo que se impone es la representación circense, llenar los estadios de fútbol que nos da ánimos para superar esta crisis creada artificialmente por el uso de unos recursos muy antiguos. Aunque ese día no tengas que comer, los goles de Ronaldo, de Messi o cualquier otra estrella futbolera te hará olvidar el hambre que te regalan desde la administración. Y luego nos quejamos en el bar o en cualquier otra tertulia de lo mal que lo estamos pasando todos, eso si, en silencio.
Una señora que se desvía por el camino de la avaricia, blanquea el dinero una y otra vez, pero al final se la imputa y condena a la cárcel junto con una deuda millonaria. Aquí no pasa nada, se crea una cuenta solidaria y aquí paz y alla venga la gloria. ¿Pero acaso esta persona nos dio algo en la vida, no es ella quien verdaderamente se ha buscado una lógica sentencia, entonces?...
Ahora que al parecer temen el efecto de PODEMOS, cargan unos partidos en contra de esa amenaza que les sitúa, provisionalmente, fuera de todo chanchullo. Podrían incluso manipular al CIS de forma tal que alerten a los suyos a ir a votar mayoritariamente. Ya nadie desconoce de la lealtad de sus votantes. Es ahora cuando los que son auténticos progresista debieran ir a votar en masa para así llegar a neutralizarlos. Que pacten las izquierdas unos mínimos que le permitan hacer una coalición, un temido, por ellos, tripartito, o que sean multidisciplinares, mucho mejor representados estaremos quienes hoy no hacemos más que sufrir las consecuencias de un gobierno solo para los más pudientes.
Y esto no es hacer apología de nada, esto solamente es decir la verdad que uno siente cuando ve que se le ataca en su línea de flotación, que ya se han apretado tanto la cintura que la hebilla del cinturón está a punto de salirle por la espalda.
A mi que me importa si Nadal gana partidos o los pierde, que se ocupe el de su persona como yo lo hago de la mía. No hay derecho que aguante esta gran desproporción existente por unos medios como son los de esta actual situación.
No queremos pan y circo, queremos saber la verdad y que cada uno pague por lo que ha hecho en su realidad.
Nosotros los dependientes y discapacitados nos tenemos que alegrar de que todo esto nos cambie y nos devuelva otra realidad que nos permita una vida digna como queremos en verdad.
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Publicado por Teuladí en 07:29
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