Lamentablemente, el Gobierno de la sociedad valenciana está muy enfermo. Viene padeciendo un cáncer antidemocrático terminal. Como mucho, le quedan 18 meses de vida. La cosa empezó el mismo día en que un señor, apellidado Zaplana, accedió al mando autonómico por una vía patógena, cual fue la corrupción de una persona que traicionó a su partido y a sus electores, una tránsfuga. Lo que mal empieza, mal acaba; y esta vez, acabará peor.

Pero ahí están, para reivindicar derechos; para denunciar las políticas nefastas de Camps y su equipo; y, si hace falta, para administrar la única medicina regeneradora del cáncer mortal del Gobierno Camps, el cambio.

Ximo González Sospedra
Exdiputado del PSPV-PSOE de Les Corts Valencianes
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