OPINIÓN
Nos mean y dicen que llueve
Nos mean y dicen que llueve
Juan García Luján
Algún sabio anónimo escribió la frase en la pared de un país latinomericano y Eduardo Galeano la recogió en uno de sus libros: “Nos mean y los diarios dicen ‘llueve”. Después de ver la escasa repercusión en la mayoría de los periódicos y televisiones de la manifestación pro Ley Dependencia del pasado sábado me acordé de esa frase. Cientos de personas recorrieron la capital grancanaria para denunciar que casi dos años después de la aprobación de la conocida como Ley de Dependencia en Canarias estamos en los últimos puestos en el cumplimiento de esa normativa estatal.
“Derechos humanos ya”, “No tienen vergüenza”, “¿Dónde está el dinero?” se podía leer en los carteles que llevaban los manifestantes. Decenas de personas salieron a la calle en sus sillas de ruedas, superando las múltiples barreras, para recordar que existen y que ellos y sus familias llevan 2 años esperando que se cumplan unos derechos que el Congreso de los Diputados ratificó el 30 de noviembre de 2006. Pero tendrán que seguir esperando porque Canarias es diferente. Para combatir la demanda de los manifestantes lo único que se le ocurre al gobierno de Rivero 7 estrellas y Soria Arriba España es sacar un comunicado de prensa diciendo que la culpa es del ejecutivo del Estado porque a principios de este año publicó un anuncio donde aparecían personas que no eran grandes dependientes. La nota de prensa señalaba que el anuncio del gobierno estatal provocó “una avalancha de solicitudes en Canarias, más de 17.000 en el último año” y eso les agobió mucho y han trabajado tanto revisando las solicitudes que no han podido pagar todavía al 85% de los grandes dependientes de las islas. La pregunta es muy sencilla: “¿y por qué el ejecutivo canario no ha publicado ningún anuncio que informe bien de este tema?”
Esta misma semana pudimos comprobar por qué el gobierno de nuestra gente no tiene dinero para sacar a Canarias de los últimos puestos en el cumplimiento de la Ley de Dependencia. Los uniformes de la nueva policía canaria, con su diseño de arena, sal y volcán, han salido carísimos. Si a eso añadimos lo caro que se han puesto los coches oficiales podemos entender que el mensaje que el jueves dio el consejero de Hacienda de que “vamos a ser estrictos en el gasto público” iba dirigido a los manifestantes del sábado, ya que mientras Ruano no se daba por aludido por el recado de PP Manolo Soria y presentaba los uniformes para decirnos que su proyecto policial sigue adelante aunque no lo apoye el gobierno del Estado, la consejera de Bienestar Social escondía la cabeza y enviaba un comunicado firmado por una directora general diciendo que eso de la Ley de Dependencia que lo pague Zapatero. Paulino Rivero no recibió a los manifestantes, estaba viajando de la Romería de La Peña a la Romería de Guía, ¡qué siga la parranda!
Ayer domingo puse el informativo del mediodía de la Televisión Canaria y me encontré con su primer titular “La enfermedad del olvido”. Pensé que iban a contarnos la enfermedad que padece este gobierno con la gente más débil. Pero no, hablaban de la enfermedad del Alzheimer y de una señora que cuidaba a su hermana que tenía esta patología. No contaban que la Asociación Alzheimer Canarias denuncia que el gobierno canario no ha dado ni un solo euro para las 400 familias que tienen algún enfermo en casa y que, según la Ley de Dependencia, tienen derecho a ayudas públicas. Sí contaban que la consejería de Sanidad tenía una guagua para informar sobre el Alzheimer. Qué guay es nuestro gobierno, que nos pone una guagua por el día del Alzheimer, qué chachi es Roldós que nos lleva de excursión. Tampoco hablaban de la manifestación del sábado por la tarde, se olvidaron de hacerlo. Sí hubo tiempo para un hablarnos de un pleno del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife del viernes pasado. Tuve paciencia y aguanté el resto de las noticias y en la información del tiempo pude enterarme de que seguirá lloviendo los primeros días de otoño. No sólo en Latinoamérica, también en Canarias ocurre que nos están meando encima y en la tele nos dicen que llueve.
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