PEQUEÑO MANUAL DEL REPRIMIDO
El loco de la vía, nació en plena era del confort a crédito. El auto, el piso, la heladera, las pantuflas, las desinformaciones del periódico, el Mercachifle de un televisor, que invariablemente a diario en cada casa abre su valijita de sorpresa, como aquellos charlatanes callejeros de sonrisa canallesca y la serpiente al cuello. Dentífricos que curan el pie plano, que hacen crecer enanos. Desodorantes que incitan al amor, que salvan la pareja. Detergentes que quitan cualquier mancha, aún las de conciencia. Jabones para el cutis de la estrella oportunista, usted puede ser como ella, pásese por el cutis el talento. La juventud que ve la vida color rosa, gracias a una chispa de gaseosa. Cigarrillos, rubios, verdes, amarillos, de todos los colores, menos rojos o negros, que hacen mal a los pulmones del vaquero de sonrisa de costado o que allá en las rocallosas, entre cactus, coyotes, y musiquita de violín desafinado, nos convence que morir, por morir intoxicados, lo hagamos con tabaco americano.
Fútbol, fútbol y más fútbol. Declaraciones del hipócrita de turno y más fútbol otra vez.
El figurín de moda que con voz espasmódica y gestos relamidos, nos muestra las islas del Pacífico, como marco a sus canciones virginales. Curas que nos dicen que hay que tener paciencia que hay que poner la otra mejilla, hasta que nos vuelvan idiotas a sopapos, habrá que seguir esperando de rodillas.
Ya es el fin. El fenicio cierra su maleta y como despedida nos muestra la careta sonriente del que manda, entre los pliegues de la bandera y los triunfales acordes del himno de la patria.
Cantado
Y fue un domingo de madrinas gordas
y curas sonrientes,
de monaguillos, ángeles burócratas,
que prendidos a la manga del padrino
por una limosna,
le lavaron el pecado original,
así entró en el paraíso terrenal.
Recitado
¡Ya es un santo! ¡ Y ya es un santo!. Dijo una señora de mantilla, misal y rosario, rígida como un cirio, para la que en su enferma beatitud, la vida era un pecado, el amor, otro pecado, la carne ¡uy! que pecado, y más pecado aún si la carne, la vida y el amor, eran de los demás. Se santiguaron y se fueron a seguir pecando con religiosidad.
Cantado
Su papá era un señor disciplinado,
dueño de la verdad,
como un Dios de sabio y de lejano.
Su mamá, acostumbrada a obedecer
por miedo a envejecer,
sin tener el pan y el techo asegurado
o sea, un matrimonio bien formado.
Su papa se hubiera ido con aquella bailarina del bajo, mezcla de perfume de oriente con albahaca de barrio, casquivana, envuelta en el misterio de sus ojos rasgados, pero y el que dirán y la novia, y la madre de la novia, que tenía todo arreglado. ¡Ah! La novia, ella que la educaron para soñar siempre con la iglesia y el vestido blanco, la gente de etiqueta, les veía la cara a todos, menos al novio, pero que importaba, el asunto era casarse, mire, casi era como si hubiera nacido solamente para eso, claro que de preferir, prefería aquel actor de moda que nunca le había hablado, o aquel vecino tonto y antipático ¡eh! A veces no se puede hacer lo que uno quiere, mas vale pájaro en mano que cien volando, primero la obligación, después la devoción, hay que forjarse el futuro, total el amor con los años y los hijos viene.
Cantado
Le inculcaron la obediencia
y el deber, lo bueno y lo malo,
el misterio de la vida y el nacer
la moral inmoral de lo prohibido,
un cielo prometido,
el pecado mortal con la mujer,
la patria y otros cuentos a saber.
Recitado
Toma la sopa, tomas la sopa, que sino va a venir el coco y entre los dos terrores elegía la sopa, y de noche lloraba de dolor de estómago y de miedo. Hay que ser bueno, muy bueno, por que sino los reyes magos no te traen nada este año. El misterio era saber que era ser bueno, más que los reyes magos, ser bueno es hacer siempre lo que ellos quieren, lo supo con los años. Y cuando Eva le dio la manzana a Adán, (no iba a esperar a que se le pudriera) la cigüeña que es un ave de guardapolvo blanco, guantes de goma y estetoscopio colgando, trajo a Caín y a Abel desde París. , Y ¿QUIÉN APARECIÓ ENTONCES eh? La maestra, castradora, semidiosa, con su edípica ventaja de segunda madre, sacó de su galera de convencionalismos, próceres serios de patillas largas, militares enojados con el adversario. Los militares siempre tienen adversarios, frailes beatíficos, metidos en política, héroes decididos a salvar a la patria, la patria que es un sitio que defiende muchos para que unos pocos vivan a sus anchas, patria, patricio, patrón, patriarca, patraña, sacó himnos triunfalistas, banderas, ¿banderas?, banderines, banderolas, vandalismo, bandidos, historias en las que siempre triunfa el bueno, entre comillas, así nació la carne de cañón, el no te metas, la reserva del futuro.
Cantado
La competencia, las luchas a destajo
sin oír ni ver, al trepar el dolor de los de abajo.
A forjarse cada uno su futuro
y aunque resulte duro,
a respetar sin chistar la ley del juego
la famosa ley del gallinero.
Recitado
¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Y así fue como un niño normal, educadito sumiso y sin color, que iba a misa todos los domingos y a pesar de su rubor con las mujeres, pensaba en los placeres y oscilaba entre el diablo y la inocencia, su pobre y reprimida adolescencia.
RAFAEL AMOR
2 comentarios:
Yo ví la canción, la escuché, me descojoné y la colgué. Ahora tú pusiste la letra que no se de donde y al leerla igual me pasó, pero algunas estrofas son distintas, aún cuando se complementan, solo que si las lees al tiempo que escuchas al cantante, adviertes que cada uno va por su lado, eso sí, todavía me hace reír a carcajada, pues las suelta que, anda... menuda manual. Ja ja ja
Jajaja. El de dónde es un secreto profecioná que solo a ti te contaría jijiji. Solo hay que acudir a un Doctor que empieza por G y acaba por E y más pronto que tarde te acaba recetando lo que precisas, claro, que en vez de una marca a veces te proporciona un genérico y de ahí el ligero desfase en la sintonia. Vamos que al final, aunque no es lo mismo, pues es igual. Y mejor que mejor si además te ha provocado la risa.
Anda que a mi... ¡Dios mio, quien lo diría!
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