No puede llegar a entenderse para un pueblo que soporta la desfachatez de sus líderes políticos con un comportamiento tan irracional como el que en estos momentos se comprueba, resulta que todo ser humanos se encuentra en estos momentos en una situación desesperada, no se puede robar a nadie como ahora se da, hasta las ilusiones. Es inconcebible que así suceda, pero así es como sucede.
Estamos ante un futuro incierto para cada uno de nosotros pues, al margen de una bajada progresiva del poder adquisitivo de la gente, ocurre que se nos corta la posibilidad de programar nuestras vidas como anteriormente sucedía, uno no puede albergar con relativa facilidad la ilusión de emanciparse, digo emanciparse, ya muy pocas personas lo hacen hacia la concepción de formar una familia digamos que sea normal. Pero como hacerlo si resulta que unos señores que viven de la política han robado tanto y tanto que ya es imposible sacar el cuello del agua que nos rodea por todas partes. Eso si, generalmente éstos ven muy fácilmente el lucro que por desgracia se ve en demasía entre unas personas que destacan por su poder en una sociedad que antes priva lo material sobre todos otros conceptos, como el conocimiento de la cultura y sus actuaciones concordantes. Ahora nos sorprendemos diariamente con los casos de extremada corrupción que se viven en un estado, que no país, aunque también se hace en los muchos que tiene España, donde todos hacen aquello que pueden y les dejan sin ser perseguidos por la justicia por ello. Resulta inconcebible que existan tantos casos de corrupción sin haber los resuelto para evitar el crecimiento desmedido de éstos. ¿Y que es lo que hace la justicia mientras tanto, esconder todas y cada una de estas situaciones? Mientras que unos tenemos que pensar que es lo que se nos presentará mañana, otros lo hacen pensando en como aprovecharse de este río de irregularidades consentidas en donde no existe ningún control.
Comenzamos la entrada con un chiste que habla bien de aquello que actualmente ocurre. Entiendo que una persona dimita de su cargo ministerial por no poder desarrollar algo que previamente sus compañeros eran conformes con su modo de proceder, pero lo que ya a mi no me cuadra es que se le tenga que compensar con una enorme cantidad de nuestro erario público para evitar la posibilidad que, con sus conocimientos comience a estirar de la manta y descubra lo que tiene en su alrededor. Es decir, le compran su silencio para que no diga nada de lo que aquí actualmente ocurre. Más de ocho millones y medio mensuales, eso es una guarrada.
Tiempo atrás aquí se valoraba el conocimiento de la gente, su valía personal. Ahora sin embargo ocurre que al personaje se le valora por su potencial económico, no de sus conocimientos, así ocurre que quien mucho tiene mucho vale y sin embargo se desprecian los conocimientos de la persona, su valía conseguida tras mucho esfuerzo por destacar dentro del mundo de la cultura, y así nos va. Tenemos a unas persona al frente de nuestras alcaldías que no se destacan, precisamente, por su aportación cultural, que jamás en su vida han dado un palo al agua, que destacaban en las universidades por su mucha mediocridad, se la valora inicialmente por sus dotes de convicción, por sus marrulleras actuaciones ante una sociedad, por lo general, muy materializada que ve más el valor aparente que el valor potencial y cultural de una persona. Casos los hay y a espuertas, tenemos el del alcalde de Valladolid, la anterior alcaldesa de Madrid, hoy en día con sus actuaciones polémicas que no la separan, pese a todo, de aspirar a mantener unos privilegios al alcanzar la alcaldía madrileña o su representatividad como presidenta comunitaria, el caso es seguir allá arriba en una atalaya que la permita seguir haciendo en todo momento aquello que le da la gana, como es el caso de la alcaldesa de Alicante y tantas otras u otros que hay repartidos por toda España, miremos mejor a la de Valencia, el caso es que vengo a comentar esta realidad al descubrir el enorme desfalco que han permitido, si, permitido por que aquí posiblemente quieran ir tapando el hoyo de las desvergüenzas como ha ocurrido con las tarjetas opacas de BANKIA en donde incluso podría verse metida alguna corporación provincial que haya podido usar de todas estas maniobras.
Ahí tenemos a Blesa quien ha tenido la gran osadía incluso de dar clases de moralidad al Juez Elpidio José Silva, quién siempre mantuvo unas actuaciones intachables y sojuzgadas por un ejecutivo al que más le interesaba que no se supiera de las irregularidades que actualmente están y muy probablemente seguirán sucediendo. ¿Cómo es posible que a una entidad que se le han tenido que insuflar unas ingentes cantidades de nuestro erario público ahora veamos que todo allí olía a podrido, en donde se cometían estas irregularidades conocidas y consentidas por unos representantes y líderes políticos del Partido Popular que hasta hace días de ello se aprovechaba? ¿Que sucede con Rodrigo Rato que solo podría ser la punta del iceberg? De las casi ochenta y tantas tarjetas denunciadas unas cincuenta corresponden a líderes del Partido Popular, ¿van ahora a airear ahora tanta desvergúenza? ¡Pues no! y eso es lo triste.
Si todo esto no se para, si esta espiral de delincuencia no se aclara, en estas próximas elecciones nos van a dejar un estado sumido en la más ingente miseria. Y ahora nos acordamos solamente de José Luís Rodriguez Zapatero quién según los irresponsables del ejecutivo no quisieran darse cuenta que, solamente en la comunidad valenciana, hace más o menos 20 años que hace que nos desgobiernan. ¿Que tiene que ver él con todo esto? ¿Un solo error, el de una apreciación desafortunada?, ¡No creo que sea lo que nos hizo tener hoy en día una España más que diezmada! La pésima administración del Partido Popular es quién tendrá que darnos ahora sus explicaciones de todas estas actuaciones aireadas.
Mientras tanto aquí el pueblo padeciendo todos los robos realizados que tendrían ahora una explicación del porqué esta crisis no haya sido superada. Nosotros los de a pie culpa no tenemos alguna de toda la situación creada.
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