¡ADVERTENCIAS!
No deje este escrito en manos de los Jefes. Podría dañar muy seriamente su salud laboral, social, física y psicológica.
El uso de este escrito está contraindicado especialmente en casos de subordinados trepas, pelotas, bufones y palmeros varios.
El uso de este escrito e indicaciones jamás caduca.
No se recomienda la lectura de esta parábola a los Jefes, y si alguno lo es, que piense que siempre hay alguien por encima....
Al principio de la humanidad, cuando Dios creo el cuerpo humano, los órganos vitales del mismo comenzaron a discutir sobre quién sería el jefe.
El cerebro expuso: Yo debo ser el jefe, ya que ordeno el funcionamiento de todos ustedes.
Los ojos argumentaron: Nosotros deberíamos ser los jefes porque guiamos todo el cuerpo.
El corazón dijo: Entonces yo debería ser el jefe, porque llevo la sangre para que todos funcionéis.
En ese caso, dijo el estómago: Yo sería el jefe, puesto que os alimento a todos.
Las piernas se declararon jefe porque, según ellas transportan todo el cuerpo.
Todos los demás se indignaron, por la cuenta que les traía, cuando la mierda pidió ser jefe.
Se rieron a carcajadas. La mierda sólo dijo: yo seré el jefe…
Y se negó a salir durante cinco días.
EL CUERPO ESTALLABA…
EL ESTÓMAGO SE SENTÍA MAL…
LOS OJOS SE NUBLABAN…
EL CORAZÓN AMENAZABA CON PARARSE…
LAS PIERNAS TEMBLABAN…
Y entonces todos gritaron: ¡¡¡QUE SEA LA MIERDA EL JEFE!!!
Y desde entonces…
Dedicado a los muchos que mandan SIN TENER NI PUTA IDEA, independientemente del cargo, sector y/o posición que ocupen, ya sea en el sector público o privado.
Fuente Vagabundo tras la Libertad
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