Negativa a destiempo
Raquel Cruz, a su llegada a la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, ayer. J. C. CASTRO
Raquel Cruz acudió ayer a la cita para evaluar a su hija Ainara, fallecida hace tres meses víctima de un cáncer
ELISA ARDOY Raquel Cruz llegó puntual a la cita fijada por la Consejería canaria de Bienestar Social para evaluar a su hija Ainara, fallecida hace tres meses a causa de un cáncer. La joven pidió hace más de un año la ayuda de la Ley de Dependencia, ya que tuvo que dejar de trabajar para poder atender a la pequeña.
"No se informa a los ciudadanos sobre la Ley de Dependencia", aseguró la grancanaria a la salida de la reunión a la que acudieron media docena de psicólogos y médicos. Éstos le explicaron los pormenores de su caso, publicado la semana pasada en este periódico. Entre otros aspectos, le comentaron que no se le habría concedido la ayudada porque Ainara, afectada por un rabdomiosarcoma, recibía asistencia médica.
"Me dijeron que no me hubieran dado la ayuda porque la niña estaba ingresada en el Materno. Mientras que la persona esté recibiendo asistencia médica no se le otorgan estas ayudas", dijo Raquel a la salida del encuentro que duró cerca de dos horas. Pese a esto Ainara, de cuatro años, y su madre fueron citadas por la Consejería de Bienestar Social en el antiguo Hospital del Pino al tratarse de un caso de una menor en delicado estado de salud.
"La ley no debería de ser así. ¿Para qué habría querido yo la ayuda si la niña hubiera estado estable? La necesitaba cuando estaba enferma porque yo tenía que cuidar de ella", añadió la joven, de 22 años, a la que los facultativos le reconocieron que las ayudas tardan en tramitarse en el Archipiélago al menos un año y medio.
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