Exigen a Educación que facilite los estudios a una minusválida en Catoira
Los padres dicen que se les obliga a cambiarla del CPI Progreso a un centro en Vilagarcía.
REDACCIÓN / CATOIRA Una niña catoirense de 14 años con diversidad funcional no volverá en septiembre a las aulas del CPI Progreso de su municipio donde ha estudiado desde que ha sido escolarizada. Según una comunicación que la dirección del centro público habría realizado a la madre de la joven, la delegación provincial de la Consellería de Educación ha decidido trasladar a la alumna al Centro de Educación Especial de Vilagarcía, a 15 kilómetros de distancia de Catoira.La madre de la niña, indignada ante tal decisión, ha puesto el grito en el cielo y denuncia que en ningún momento la delegación provincial se puso en contacto con ella para informarle del cambio. Además, la madre de la joven indica que esta decisión "va en contra de las normativas vigentes".La catoirense estudia en el centro educativo de su municipio junto con sus hermanos y vecinos lo que, según su tutora legal, contribuye a una "socialización inclusiva y diversa". Además, la madre insiste en que el CPI Progreso, como centro público que es, debe promover la igualdad de oportunidades, evitando todo tipo de discriminaciones.
La progenitora insiste en que, si en estos momentos, el colegio no cuenta con los recursos necesarios para atender a su hija, debería ser la propia delegación provincial la que garantizase las medidas necesarias para favorecer la plena integración de todos los alumnos.Señala además que tramitar la escolarización de la joven en un Centro de Educación Especial, en este caso el CEES de Vilagarcía, constituye "una medida impropia de un estado de derecho" para, según ella, volver a prácticas "propias de un modelo institucionalizador y clínico" que podría incluso "ser lesivo para la niña".
Según la norma
Los familiares de la joven insiste en que en todo momento los CEIP deben ser concebidos "para la normalización educativa" y que, por ello, también deben contar con medios adecuados para las personas que sufren algún tipo de necesidad especial de apoyo educativo, como es el caso de la catoirense.
En esta línea, insisten en que la falta de recursos no debe ser "una excusa" para el traslado de la niña que repercutiría en un amplio desplazamiento y en "romper" con la dinámica educativa que lleva viviendo desde hace años. De hecho, recalcan que la joven "está escolarizada" en este centro y que, por lo tanto, la Delegación Provincial de Educación "no debería permitir el apartamiento y exclusión del alumno". Además, apelan a que el CEIP Progreso tramite ante la administración pública la demanda de recursos suficientes para solventar las necesidades de apoyo al alumno en cuestión".
"Llegaré hasta donde sea necesario por los derechos de mi hija"
La madre de la niña, Mónica Sumay, lamenta que a estas alturas se le haya comunicado una decisión que la obligará a llevar a su hija al centro de educación especial existente en Vilagarcía, en detrimento del de Catoira. La progenitora insiste en que existen disposiciones legales, tanto a nivel nacional como internacional, que apelan por la integración social de los minusválidos y por la igualdad de oportunidades. La catoirense señala que "llegaré hasta donde sea necesario" para reclamar una decisión que ella califica de "injusta" y que, insiste, "menosprecia los derechos humanos de la niña especificados incluso en la Constitución Española". Por el momento, la madre insiste en que Educación "debe" rectificar su decisión y dotar al CEIP de los medios para conservar a la niña en el centro.
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