Mi madre ha tenido que acudir a una residencia privada desde febrero de 2008. Comenzó rápidamente a perder la memoria con demencia senil y no me quedó otra alternativa pues no explotó su casa en noviembre de 2007 porque acudí milagrosamente por allí. Hasta ese día no sabía como estaba realmente pues no vivía ya con ella. La pobre tenía los 3 quemadores de la cocina de butano saliendo el gas, una sartén de la mano, un fuerte olor a gas y ella ahí con esa guisa. Yo llegué de la calle porque era administrador de la casa y casualidad que fui a gestionar la reparación de una manilla del portal y subí allí... el miedo que pasé fue enorme. Desde ahí hasta febrero tuve que ir prácticamente todos los días a prepararle a ella la comida al mediodía, controlándola con hora y media que tengo en el trabajo. La suerte es que trabajo cerca. Arreglé los papeles de la ley de dependencia, pero no pude esperar más. La valoraron a últimos de junio. Esta misma semana estoy rellenando los papeles para la "residencia permanente" bajo el sistema público que voy a tratar de resumir:
* Mi madre paga unos 2.150 euros al mes actualmente en la residencia privada. Vivimos en el País Vasco. Esto puede variar según le corten el pelo, le practiquen la manicura, etc.
* Mi madre posee algún pequeño capital: alrededor de 30.000 euros en la actualidad y un piso.
* El cobro de la residencia pública es de 1.885 euros, más los incrementos que hubiere. El gobierno vasco cobrará de las cuentas de mi madre este dinero, con la garantía hipotecaria del piso que tiene, y por lo visto se le practicará una hipoteca obligatoria de 120.000 euros, porque según me dijo la funcionaria, la "vida media de un residente es de unos 5 años, pasados los cuales si sigue viviendo habría que replantear quizás otra segunda hipoteca si tiene más posesiones".
* Decir que por ser hijo único y haber fallecido mi padre hace años, la mitad del piso correspondiente a su parte me corresponde aún siendo mi madre beneficiaria y usufructaria por vida. Además había testamento por ambos progenitores y he tenido que contar con un poder notarial que hice hace pocos meses pues aunque mi madre ya está muy avanzada creo que me entendió que era mejor, antes de llegar a un estado mental de incapacidad total, para que yo tuviese poder para hacer y deshacer con todos sus bienes, como por ejemplo, vender la vivienda.
* Después de como está, que no sabe ni el año en que vive, el grado que le pusieron fue 2 con nivel 1. No reclamé pero me parece que está mucho peor que lo que le han catalogado.
* Una abogada de la diputación foral me comentó que, efectivamente, seguirían tomando todo el dinero en cuentas, hasta agotarlo, y que en ese momento aplicarían el 85 % de su sueldo para pagar hasta donde llegara y luego establecerían una deuda que tendría que pagar yo cuando falleciera.
* No valen transmisiones a familiares en los 5 últimos años previos antes del procedimiento de ingreso en residencia privada, pues al controlar los movimientos bancarios, los incapacitan, es decir, esos capitales cedidos deben devolverse al titular, o bien Hacienda puede tomarlos.
En definitiva, después de lo explicado, todo esto me parece un cuento chino. ¿Un precio de 1.885 euros al mes es un precio público? ¡Eso es un precio de mercado que encima lo que hace es encarecer las residencias privadas!
La única ventaja que le veo es que solo pueden tocar los bienes del titular; la desventaja es que si un multimillonario hace 5 años y un día cede todas sus posesiones a un familiar, no paga nada, salvo el 85 % de su pensión, con lo que siempre ahorraría. Mi madre está perdiendo del orden de 1.300 euros al mes.
Esto de la ley de dependencia me parece indigno. Ese cobro es abusivo. Además, se supone que del capital cuando murió mi padre, también me corresponde la mitad, porque ella cobra pensión de viudedad por él, por lo que de esos 30.000 euros creo que hay parte que no se debería tocar (esto último lo tengo oscuro e intentaré resolverlo porque todavía no he presentado toda la documentación y tengo que volver a hablar todo esto o recurrir a un abogado).
En definitiva, con 1.885 euros “públicos”, ¿realmente se logra prestar un servicio asistencial? ¿Es esto el 3er peldaño del Estado del Bienestar?.
Señores políticos, déjense de mentir a la población y quiten sus residencias públicas. Pagaríamos menos impuestos y tendríamos, con total probabilidad, residencias a un precio inferior. Ustedes con su precio público lo único que hacen es subir dicho precio y crear solapadamente un artificio de bienestar aparente y paradójico.
Enviado a Todos somos Diversos por Gran Indignado
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