Cuando la hipocresía, amordaza a la dignidad.
22/08/2008
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Cerrad los ojos por un momento e intentad imaginaros, como habrán sido los últimos segundos de vida de esas 153 personas, que viajaban en el vuelo JK5022 de Spanair, con destino al Aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria.
El aspecto del lugar donde se ha producido el accidente debía de ser dantesco, todo quedó totalmente calcinado y el fuselaje del avión totalmente desecho. El milagro se había producido cuando se supo que 20 de esas personas no habían fallecido.
Los cadáveres estaban esparcidos en un radio de 500 metros cuadrados, algunos estaban mutilados, otros carbonizados totalmente, otros fueron apareciendo entre el amasijo de hierros retorcidos por la explosión, y a muchos de ellos los tendrán que recomponer como si de un rompecabezas se tratara.
Entre los supervivientes, una madre preguntaba donde estaba su hijo, un niño lloraba pidiendo ayuda para su madre, otra mujer preguntaba qué le había pasado.
En seguida todos los medios de comunicación, desplegaban toda su artillería para informar. Las cadenas de televisión están tratando el accidente casi las 24 horas del día. En este caso ya han conseguido marear tanto el chicle dentro de la boca, que ya hasta su sabor es amargo.
Vaya desde aquí mi pesar, para las familias de los fallecidos y heridos.
Dicho esto, fijaros hasta donde llega la hipocresía de nuestros medios de comunicación, que en relación con este accidente de la T4, han pasado casi de puntillas, cuando hace solo unos días, y a pocos kilómetros de España, los señores de las guerras han organizado otra masacre contra la población civil de Osetia de Sur.
Gracias a nuestros medios de desinformación algunos ciudadanos todavía no saben ni lo que ha ocurrido allí y porqué ha ocurrido, pero si sabemos que uno de los fallecidos en el accidente de la T4 comía filetes de ternera con patatas todos los miércoles al mediodía, en el bar de la esquina.
Pues bien, en solo seis días y entre la población civil de Osetia del Sur se han cometido miles de asesinatos sobre la inocente población civil, y se han producido hasta 160.000 desplazados, entre ellos se calcula que 70.000 son niños y niñas menores de 16 años.Y entre tanto el resto de la comunidad internacional celebrando las medallas conseguidas en los Juegos Olímpicos de Japón.
¡De vergüenza! ¡Esto es de vergüenza!
¿Nos importa un congo, qué les está ocurriendo ahora a esos niños y niñas en Osetia del Sur?
¿Tan insensibles nos hemos vuelto, que una vez que nos dejan de retransmitir las guerras por televisión, ya nos deja de importar las secuelas que dejan esos conflictos?
¿Vamos a seguir alimentando a los señores de las guerras permitiendo con nuestra actitud, que se monten estas barbaridades tan repugnantes?
¿Vamos a seguir consintiendo, que los medios de comunicación solamente nos vendan la información, mientras puedan exprimir a los muertos?
En fin, para el que quiera colaborar, aquí os dejo la página de UNICEF (http://www.unicef.es/emergencias/crisis_en_Georgia/index.htm), en la que solicitan ayuda económica para atender a todos esos niños y niñas inocentes, que son los más sensibles de entre los que pagan el drama de los que lo pierden todo.
Por si fueran pocos, añadimos uno más, a los muchos conflictos que ya existen en la lista.
Qatsi
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