Los Reyes Malos

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Todo se transforma cuando un mundo de recortes se contempla en una estado, llego el momento mágico de los Reyes Malos y es que no podría ser otra cosa con los acontecimientos que nos preceden.

Ayer por la tarde-noche visitaron nuestra ciudad unos monarcas descafeinados que en nada podrían llegar a identificarse con los precedentes que inundaban de ilusión los corazones, no solo de los más peques, también el de sus recortados mayores por un grupo de desalmados que nos enseñaron como no se deben hacer las cosas.

Desfilaron por las calles despilfarrando una negrura imposible de imaginar por unas mentalidades infantiles que nunca podrían llegar a pensar en tanto despropósito. Sus acciones en torno a los más ñacos se desinflaron en cada esquina donde la ilusionada plebe esperaba a unos Reyes que siempre nadaron, así como les enseñaron, en un mundo de abundancia. Ya todo era distinto, nada como lo fuera en otras ediciones precedentes. Los contados caramelos que disparaban pausadamente para hacer llegar los pocos recursos de los que disponían, se mostraron patentes en todo su pomposo recorrido devaluado por la acción de unos recortes que nuestros políticos nos obsequiaban. Ellos arreglaban su futuro con toda clase de prebendas, nosotros acudíamos a recoger aquello que les sobrara de todas sus malas prácticas con un pueblo que les soportaba.

Quienes expectantes observan el obscuro cortejo, mentalmente pensaban en que todos ellos, políticos e imputados todos estaban en la calle gozando se inimaginables destinos, debieran estar presos de sus males en aplicación de una justicia cabal como Dios manda, el Reino Unido nos da reflejo de ello. No podrían jamás pensar en que un estado calamitoso premiase a sus defraudadores y demás gentuza imputada sin arrancar nuestra impotencia ante unos destinos jamás antes soñados. Esto, pensaban en sus adentros, debiera ser motivos para que todo español se diera de baja ante tan desvergonzada empresa que nos afrenta con semejante desprecio.

Creo que sería del sentir de todos la unánime petición de que dichos Magos no se nos llevasen nada, pues ya de por si los gobernantes lo hicieron al recortarnos de entre lo poco que nos dejaban. Puestos a pedir mentalmente se solicitaba que nos dejaran en paz y tranquilos ya que, incomprensiblemente la Ley la justicia nos soslayaba.

Nos recortaron el trabajo, nos recortaron la Sanidad, la Educación que nunca debieron hacerlo, la Ley de Dependencia, siendo así y todo que fuese en su contra sin que nadie reaccionara, ni la Justicia española ni tampoco sus estamentos. Nada.

Que otra cosa podríamos pedirles a unos monarcas desprestigiados por la clase política que a nuestra cara hurtasen los pocos beneficios que nos quedaban. Y si de repartir justicia se tratara diríamos que toda la población se viera involucrada para pagar unas deudas por todos nosotros originada, pero nunca protegiendo a quienes esta debacle nos propiciara. La oligarquía que siempre ha estado formada por las grandes fortunas, también la banca, la clase media y el clero tampoco se escapa. Y así tenemos un estado metido en malas prácticas que deja exiguo a su pueblo por tantas salvajadas.

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