Como en alguna ocasión he referido, yo asistía a ella todos los días, excepción con los días que me tocaba acudir a Elche a realizar mi rehabilitación, algo sagrado que no podía pasarse por alto, y siempre me he mostrado con gran naturalidad a pesar de lucir una sonda gasogastrica, o mejor conocida por una PEG.
Ni que decir tiene que resulta algo extraño adherido en el cuerpo, tanto que ni yo conocía antes del accidente cerebrovascular que tuve en forma de un íctus con diagnostico de tetraplejia y síndrome de cautiverio. No podía mover más que mis ojos. Así que de esta forma con mi PEG que está cuatro dedos más arriba de mi ombligo, de ahí que sea inevitable que se vea, me marchaba diariamente a tomar mis reconfortantes baños, siempre que el estado de la mar me lo permitiera. Ya digo que resulta ser muy extraña su contemplación, mucho más aún si nos resulta desconocida, de ahí que me plantease si acudir a ella o mejor quedarme en casa por una posibilidad de sentirme avergonzado por ello.
Enseguida me dí cuenta de que sería mucho más natural que lo aceptase y contemplara con absoluta naturalidad. Que si algún bañista pudiese llegar a mirarme sería lo más habitual, pues llama la atención el desconocimiento de una solución a tus problemas de hidratación que en adelante te resultarán imprescindible, ya que nunca podrás ingerir agua por vía bucal, resultaría algo así como un suicidio. Acepté de buen grado esta solución y pasé de los posibles "mirones" y cual fue mi sorpresa que la inmensa mayoría pasaba de mi cara, cosa lógica, pues aquí cada cual va a su bola y no se fija en nadie, salvo alguno que otro que tropieza contigo y se ve sorprendido con algo poco frecuente y le llama la atención, pero resultaban ser unas miradas fortuitas, como e sorpresa y no eran nada ofensivas ni mucho menos. Todo podría ser producto de mis posibles complejos, ninguno que me adornen, pues soy sobradamente consciente de esta situación y no me importa nada en absoluto que alguno conozca mi realidad.
Anteriormente, cuando solo padecía de un infarto agudo de miocardio que también padezco, estuve suscrito a una lista en Internet de personas diverso funcionales, lo hacía principalmente por solidaridad, pues ni siquiera la mayoría de ellos me tenían como una persona de su colectivo de, aunque no9 les guste escucharlo, personas al fin y al cabo con alguna discapacidad, cierto que no es cognitiva, pero si resultaba ser en alguna medida física. Lógico. En adelante no se me permitirían ciertos esfuerzos.
El caso es que en ella existía muchos acomplejados que veían fantasmas donde no existía más que en la imaginación de quienes así tenían dentro de ellos mismos; personas que no asumían su realidad, gentes que no se agradaban y estaban poseídas por una inevitable envidia que les producían quienes no resultaban ser afectados por alguna patología que de repente les mostrara al mundo como personas dependientes. Si en aquella me parecía irreal, ahora que me puedo considerar un privilegiado por la diosa fortuna que me ha regalado el don de la vida, debo manifestar que todavía lo apruebo mucho menos.
Afortunadamente y debido a unas discrepancias con ciertas personas que dirían en la sobra este foro, en un acto contrario al proceder democático, no supieron encajar mis objeciones y optaron por expulsarme del mismo. Algo que tendré en adelante que agradecerles, pues todavía no hay quién me haga callar y estrangular mis palabras que me resultan del todo más que evidentes.
Por sus relaciones cen la lista son inmaculados, combativos... después en la realidad es que pertenecen a una especie de grupo que tácitamente aceptan prebendas del capital, ya sea por vía oficial a través de una asociación que mejor será ocultar, pues su poderío podría traer algunas dificultades, bien sea a través de ciertas universidades que les proveen de trabajo enmascarado en unas charlas que únicamente pretenden calmar los deseos de los más combativos, también creando como lo han hecho retorcidamente una asociación para la defensa jurídica, cuando ésta es ofrecida gratuitamente por lo colegios de abogados de toda España a personas dentro de nuestro colectivo que carecen de recursos económicos. El turno de oficio. De esta manera los tienen a todos entretenidos y ocupados en naderías y ellos mientras tanto gozan de una calma que por medio de pingües subvenciones reciben de grandes altura que desean no tener problemas con nuestro colectivo. Pero no permitamos desviarnos de la apreciación que obtuve de mis percepciones estivales al lado de la orilla del mar, tiempo tendremos para denunciar públicamente estos desmanes a los que nos tienen acostumbrados políticos y demás vividores, que los hay y en abundancia, si bien existirán caso de personas que lo hagan de manera honesta, pero en fin, hoy tocaba hablar de mi sonda PEG. No existe problema alguno, de otro modo no haría este artículo que favorecerá, posiblemente, no lo sé, recapacitar a más de uno y a soltar unlastre que en algunos casos podría ser más que nocivo.
Bien, pues que el invierno que se nos avecina sea pra todos menos riguroso de lo deseado y pasemos un buen final de verano ya que ahora mismo estamos viviendo un otoño primaveral y luminoso que a todos nos anima el rostro.
Hasta siempre, amigos, que os marche bien. Salud a todos.
¡Ya sabéis... sin compeljos!
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