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El Síndic de Greuges
advierte del aumento de
quejas sobre
Dependencia e insta al
Consell a "incrementar
los esfuerzos"
Valencia | 20/09/2011 - 19:08h
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PUNTUALIZACIONES
No era necesario ver reflejado en la prensa escrita esta aseveración que realiza el Sindic de Greuges sobre el incumplimiento que hace el ejecutivo del gobierno valenciano de esta Ley de Dependencia, que como arma arrojadiza la utiliza desde su implantación, contra el gobierno central y haciendo ningún caso de las necesidades que en muchos casos, quizás todos, estén los dependientes aglutinados compuesto de personas jubiladas y colectivo de otras con movilidad reducida o implicadas en otro tipo de patologías como es el caso de personas de diverso funcionales o como vulgarmente son más conocidas como discapacitadas, término éste que a todos nosotros desagrada por lo despectivo que supone esta afirmación. Nosotros consideramos que somos capacitados plenamente, pero que nos movemos de diferente manera, cosa que la psiquis la mantenemos intacta, a no se que en casos especiales con enfermedades mentales que favorezcan esta reducción mental. No obstante también merecen nuestros respeto. Creemos que es mucho mejor referirse a personas con diversidad funcional, toda vez que nos movemos diferentes pero pensamos igual. De cualquier modo no somos personas acomplejadas (por lo general) y pasamos de acepciones que podrían llegar a ser rechazadas por todo nuestro colectivo, precisamente por todos los argumentos que hemos referido. Es decir, nos da igual que se nos llame como quieran aquellos que carecen de unos conocimientos del medio que les sitúe en su justa medida. Lo que si que no perdonamos es que se nos utilice como arma arrojadiza por un gobierno que nos ha mostrado reiteradamente su incompetencia para hacerlo, de otra manera no hubiera sido capaz de hurtarnos aquello que por Ley nos pertenece y que ha sido desviado a otros menesteres como desgraciadamente todos sabemos, llamésele American's Cup, Volvo Ocean Race o Fórmula 1, que se tratan además de competiciones deportivas privadas queen nada nos llega a importar. No estamos en contra de ellas, pero si que reclamamos aquello que consideramos nuestro. Actualmente el Sr. Fabra mira para otro lado, como de costumbre, asegurandonos de esta manera que nada ha cambiado, por lo visto.
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