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Si no salvo mis ideales, no me salvo a mi.







maito:%20msierrahoyos@gmail.com







































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Hoy en LA SER

A causa del cambio del formato usado actualmente por La SER, hemos de facilitar las noticias de manera diferente, ahora lo haremos remitiéndoles a las páginas donde se encuentran las noticias y vds. eligen finalmente su audición, distinto es en la versión anterior donde nos permitía ofrecerles individualmente las mismas.
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Existen otras opciones, otros programas en donde podrás optar por ellos. Búscalos verás noticias a diario sobre la actualidad.

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domingo, abril 06, 2008

VIOLENCIA Y MEDIOS / Rogelio Diz


Mucho se habla en esta tierra nuestra de libertad, democracia y pluralidad. Principalmente entre los medios profesionales de difusión – entiéndase radio, televisión y prensa escrita- donde en apariencia y apelando a la libertad de expresión cada uno de ellos expone a sus lectores una amplia gama de informaciones y artículos de opinión para formar el criterio de quienes nos encontramos al otro lado de la mesa.
Pero a pesar que en apariencia todo esta dentro del contexto que entre todos establecimos, la realidad cotidiana nos demuestra que no siempre es así.
Los medios periodísticos industriales con una creciente voz y capacidad de influencia en el espacio público, constituyen muchas veces un factor más de violencia. A través de sus contenidos noticiosos crean, promueven, refuerzan y legitiman la violencia generalizada hacia quienes consideran pueden ser un obstáculo de sus propios intereses.
Ya que al banalizar y descontextualizar la información van creando y construyendo asociaciones como: emigrante = delincuente; nacionalismo = independentista radical violento, creando estigmas que de alguna manera intentan legitimizar la agresión en su contra y se forma el caldo de cultivo perfecto de violencia política, social y deportiva.
No es difícil encontrar en nuestra historia reciente, de innumerables casos de enfrentamientos, ya sea entre grupos con diferentes ideas políticas o deportivas que terminan con heridos, detenidos e incluso algún que otro muerto, donde el inicio fue una información en forma de bola de nieve lo suficientemente amplificada por algunos medios con resultados que quizás nadie habría podido prever. O lo que seria más grave, cuando esta información fuera dada con la intencionalidad de realmente provocar el enfrentamiento.
No hace falta mas que darse una vuelta por los diferentes foros de los diarios electrónicos en Internet, donde en la mayoría se permite a los lectores verter sus comentarios sobre las diferentes noticias dadas o artículos de opinión y que en una buena parte y cobijados en el anonimato queda reflejado ese sentir donde el insulto y la descalificación cada vez más soez y descarnada gana terreno sobre el comentario reflexivo por muchos lectores expresado.
La critica y la diversidad de opinión es sana en una sociedad moderna y democrática, pero cuando esta se vacía de contenido y la palabra se convierte en violencia en forma de insulto, nada bueno hace presagiar, y en esto tenemos buenos maestros en algunos políticos, periodistas y pseudos-intelectuales que pululan por estos lares, ¿como queremos entonces no encontrarnos con verdaderos mamporreros de la palabra al otro lado de la línea?
En este sentido quiero expresar mi regocijo de escribir en Xornal.com, y echar una lanza a favor de sus lectores, uno de los pocos medios a nivel mundial donde sus lectores en su gran mayoría demuestran con sus comentarios un gran nivel, que muchas veces nos hace sentir el compromiso que los que tenemos el privilegio de escribir aquí, debemos cuidar y sostener en cada uno de nuestros artículos.

Rogelio Diz-Analista político
rdiz51@yahoo.com.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Rogelio Diz, por cuanto ha puesto el dedo en la llaga y nos descubre con un lenguaje sencillo, directo y reflexivo que nos invita a valorar la conveniencia de seleccionar, incluso, que tipo de prensa es a la que debieramos dar nuestro interés.
Nos habla, y no sin razón, de la industria periodistica lo único que persigue son los beneficios. La cuenta de resultados es lo único que le preocupa, así pues olvidemonos de aquello que siempre incitó al publico a consumir la prensa escrita. Olvidemonos del periodismo de investigación, aquel que era capaz de seguir al hilo de la noticia, cada paso y cada giro en el desarrollo de casos que era necesario descubrir para denunciar públicamente.
Ahora, sin embargo, todo lo dejan a las agencias de noticias que las envían como churros, miles de ellas todos los días, sin demasiado interés, sin pensar en la censura, pues ya no se precisa. La mejor censura es esos cientos de páginas huecas que todos los días nos venden al precio de un euro, y a cambio de tragarnos más de la mitad de su contenido en anuncios publicitarios que es donde sacan sus beneficios las editoriales. Por eso es por lo que fomentan los foros de opinión públicos, donde no les piden siquiera la identificación de sus usuarios, donde tras el anonimato dejan verdaderas cantidades de bazofias emanadas de unas mentes enfermizas que da verdadera aprensión pensar en llegar a leer.
Hablamos de la libertad, cuando no es más que un sofisma, si pensamos que alguien nos la tiene que dar.
La libertad es otra cosa y esa nos la tenemos que ganar a pulso, con nuestra determinación de llegar a ser libres y empeñarnos en ese intento, pues al final seremos nosotros mismos quienes la tengamos que descubrir en nuestro interior. Si nosotros no advertimos esta verdad, nadie nos va a convencer de lo que nosotros no somos capaces de creer.
Si queremos ser libres, debemos estar bien informados y no hay mejor manera para ello que aprender a leer entre líneas, allá donde exista un periodista que quiera decirnos la noticia y algo más. Mejor si leemos la prensa de diferente signo pues como es sabido por todos, las editoriales están alineadas por tendencias políticas, económicas... y la mejor manera de estar bien informados es leer la prensa progresista y la conservadora, la más centrada y la más radical, luego hacer nuestras propias valoraciones y aún así, puede que nos podamos equivocar, pero en ese caso seremos nosotros quienes nos equivoquemos y nunca permitiremos que estemos equivocados por los intereses ajenos a nuestra propia voluntad.