Por Rogelio Diz.
Es verdaderamente indignante que algunos intenten explicar que el verdadero motivo que mueve al Tribunal Supremo no fuera el encausar al Juez Garzón por investigar los crímenes del franquismo, sino el no ajustarse a la Ley, al no ser competente para hacerlo y saltarse la Ley de Amnistía de 1977. Sin embargo cuando hizo lo que le pedían, enviar a los diferentes 46 juzgados territoriales para que ellos concluyeran la investigación a la cual se supone, si eran competentes, la mayoría dieron carpetazo al asunto y archivaron de inmediato las causas que les correspondían, todo esto sin ninguna investigación y mucho menos la citación de los familiares de las victimas. Y los que intentaron hacer algo, fueron frenados inmediatamente después de la causa al Juez Baltazar Garzón.
Y es que, por mucho que tratemos de convencernos de nuestra sólida democracia, el franquismo aun en la primera década de este nuevo siglo, esta presente, y bien presente, no solamente en la derecha que todos conocemos bien y que hasta cierto punto es natural, también lo esta en el gobierno, donde hay ciertas líneas que no se deben atravesar, y es ahí donde ciertos estamentos de la judicatura, que por cierto es la única que se conserva prácticamente igual a los últimos años del franquismo, no así el ejército y los cuerpos de seguridad del estado que se le dio una nueva estructura democrática, y solamente algunos casos aislados de intentos de sedición.
España sigue siendo, aunque algunos no quieran reconocerlo, el único país que no permite ni consiente el juicio de su historia reciente, Garzón rebaso esa débil línea roja abordando el asesinato y la desaparición forzosa de más de ciento cuarenta mil personas que siembran las cunetas de toda la geografía española. Que mejor momento para que el magistrado del Tribunal Supremo Adolfo Prego Oliver, ponente del auto que admitió a tramite la querella de Falanje Española y que como prueba de su imparcialidad fue patrono de honor de la fundación ultraderechista “Defensa de la Nación Española” (DENAES) y miembro de la fundación “Valle de los Caídos” considerado el mayor símbolo del franquismo y donde cada 20 de noviembre los nostálgicos del régimen sin que nadie se lo impida lanzan loas de enaltecimiento al régimen. Es por eso que no entiendo que algunos se asusten y se molesten ante las declaraciones del ex-fiscal anticorrupción Jiménez Villarejo, quien creo conoce muy bien esos vientos y donde sin complejos declaro desde la universidad Complutense, que le parece mentira que el Tribunal Superior de Justicia sea el instrumento de la actual expresión del fascismo español.
La doble vara de medir es una constante dentro de la Justicia española, y si no, como se puede sostener que la Falanje siendo un partido de corte abiertamente fascista, que hizo y hace apología del franquismo, que actúo en tiempos de guerra y después en los primeros años de la dictadura como la Gestapo del franquismo y por tanto hace apología de la violencia y es considerado legal, mientras se ha ilegalizado a ANV, un partido antifascista que combatió el franquismo durante la guerra y que en cuyos estatutos rechazan la violencia, pero claro, al parecer ser de izquierdas e independentista es automáticamente metida en el mismo saco que los violentos.
En nuestra democracia de opereta tenemos un Rey que juro su cargo en defensa y con lealtad al glorioso Movimiento Nacional, con una Ley de Memoria Histórica que mas bien es una Ley de punto final, al equiparar verdugos con victimas y al no anular todos los ilegales juicios del franquismo. Y luego algunos se quejan que la mayoría de nuestra juventud no tenga ni idea de nuestra historia más reciente, cuando ellos, (y me refiero a la derecha o a los demócratas de toda la vida) siempre trataron de acallarla y poner toda clase de obstáculos a investigaciones, impidiendo la entrada para algunos archivos y utilizando todo su poder mediático bajo el falso pretexto de no abrir heridas, sin embargo hacían y hacen profusa difusión para los revisionistas adictos al régimen como el ex–terrorista del “GRAPO” Pío Moa y Cesar Vidal.
Así que uniéndome a todos los que en estos días salen a la calle para unirse en manifestaciones en contra de sentar en el banquillo al Juez Garzón y exigir que se pueda procesar el franquismo, y hacer oír nuestra voz para impulsar una Justicia en verdad imparcial e independiente, si por esta manera de pensar hubiera alguien como algunos dirigentes del PP que digan que nos estamos cargando el Tribunal Supremo y el Estado de Derecho, pilares de la Constitución, les diría que con esta clase de actitudes ellos se cargaron antes nuestra dignidad, nuestra libertad y las miles de vidas de nuestros ancestros que aun ahora, gracias a ellos y su sistema de justicia continúan debajo de nuestras cunetas.
Por más que sigamos creyéndonos en esa modélica transición, que en efecto, quizás en un principio debió asumirse de esa manera, aunque a nivel internacional no se entendía bien como España asumiría un retroceso al aceptar una monarquía impuesta por el antiguo dictador, sin embargo el evitar cualquier derramamiento de sangre fue justificativo de lo mismo, solamente que ahora, cuarenta años después y con el Juez Garzón enarbolando la bandera de la justicia universal hacia las dictaduras de Chile, Uruguay y Argentina, que gran éxito por cierto, no es de extrañar que en el ámbito internacional España este quedando en un paupérrimo lugar en lo que a Justicia se refiere.
Mientras que a la sombra de este rocambolesco suceso los dos principales partidos tratan cada uno a su manera de distraer los gravísimos problemas de crisis, paro y la corrupción que nos asola por los cuatro costados.
Cuando veo algún jurista, periodista o político decir que nadie esta por encima de la Ley, creo que algunos ex-políticos y otros actuales se deben estar revolcando de la risa, y ese es el mayor y origen del problema que tenemos, “la impunidad” mientras haya uno solo que este por encima de la Ley, nuestra Justicia no podrá ganar esa legitimidad que hasta ahora para muchos (entre los que me encuentro) no tiene.
Es más que probable la inhabilitación de Garzón, pues la decisión creo que ya estaba tomada desde antes, es probable que debido a las repercusiones que se han dado tanto dentro como fuera de España se busquen quizás alguna alternativa más políticas que jurídicas sin embargo creo firmemente que el problema de las victimas del franquismo continuara ahí, y cada vez enquistándose más, y con decenas de miles de personas que están perdiendo el miedo a que su voz sea escuchada.
Rogelio Diz-Analista político
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