Por Vagabundo tras la Libertad
Como terminaba comentando en el anterior capítulo, referente a Servicios Sociales? varios de mi localidad, Propaganda goebbeliana de la Junta de Extremadura (V): De Servicios Sociales? nadie me dio, como viene siendo habitual, razones de qué posibles medidas se iban a tomar, tras alertar finalmente la pediatra de mi hija, a instancias mías, a quienes se supone deberían ayudar a paliar y a solucionar el acoso escolar sufrido por mi hija. Hablamos de mayo de 2008. La pediatra en cuestión, Teresa Muriel, finalmente me comentó que ni siquiera a ella le habían informado adecuadamente tras comentar en una reunión lo que estaba sucediendo reiteradamente con su paciente e hija mía. De esa reunión salió tras contar lo que estaba sucediendo con la niña en su entorno escolar. Las demás integrantes eran: Yolanda Álvarez, Directora de Aprosuba; Hueso Bueno, Asistenta Social? del ambulatorio de mi localidad; Dolores Mayo, Asistenta Social? del ayuntamiento; y un personaje del E.O.E.P. de Almendralejo, una tal Guadalupe que asistía como psicopedagoga?. De esa reunión se levantó acta y como me comunicó más tarde la pediatra de Silvia, testigo de muchas visitas de mi hija tras salir del colegio llorando con notables crisis de ansiedad, a ella no le informaron de lo que se habló. Nada se hizo finalmente.
En relación con estos hechos hice una serie de escritos en su día; entre otros a la Asistenta Social del ayuntamiento de mi localidad, Villafranca de los Barros, registrándose el día 21 de octubre de 2008, en el propio ayuntamiento sin que, como viene siendo habitual, se me haya contestado. Lean y juzguen ustedes:
A LA SRTA. DOLORES MAYO
SERVICIO SOCIAL DE ASISTENCIA BASE DEL AYUNTAMIENTO DE VILLAFRANCA DE LOS BARROS
El pasado mes de mayo, me enteré accidentalmente, por la pediatra que ve a mi hija, de la reunión que mantuvo usted con la orientadora del E.O.E.P. de Almendralejo, que en esa fecha estaba destinada temporalmente, entre otros colegios, al Rodríguez Cruz de nuestra localidad. Además se reunió con la directora de Aprosuba (que me confirmó dicha reunión a pregunta mía) y con la trabajadora social del ambulatorio de nuestra localidad, levantándose acta.
Esa reunión surge, al informar la pediatra a la trabajadora social del ambulatorio, de los hechos que se venían produciendo asiduamente y tras un parte de asistencia médica, de mayo pasado, donde mi hija reitera (como ya lo hiciese en otras ocasiones e incluso en otro curso anterior) a su pediatra el sistemático menosprecio y burlas por compañeros y la falta de ayuda, pasividad e incluso desidia como poco de algún llamado ”maestr@” suy@. Reunión que parece alertar unilateralmente a ciertos responsables sociales tras repetirse estas visitas asiduas a pediatría y solicitar partes de asistencia, dada la pasividad de muchos actores, comenzando a pedirlos desgraciadamente en abril al expresar mi hija a esa propia pediatra deseos de morirse, tras salir una vez más llorando de su colegio con una grave crisis de ansiedad, dado el minante ambiente escolar que venía aguantando y del que vengo haciendo referencia desde años en los múltiples escritos realizados a toda la pirámide educativa y a otras instituciones (y en otros documentos y contextos que por el momento me reservo).
Dado el polucionado caldo de cultivo que se está dando en todo este lamentable proceso de oscurantismo recordarles que mi hija, al día de hoy sufre de un cuadro ansioso depresivo por este acoso dilatado, además de ya no sólo en el terreno escolar sino en el social y que, desgraciadamente se ha extendido a toda nuestra familia, como vengo previendo desde hace años, en distintos medios y a distintos responsables; entre otros a nivel local, al alcalde de nuestra localidad y a la Concejala de Bienestar Social última y penúltima.
Me parece muy grave que, desde abril de este año que estamos acudiendo asiduamente a pediatría (tras salir mi hija del colegio llorando en bastantes ocasiones, quejándose o con crisis de ansiedad incluso) para que se tome nota del sistemático aislamiento , marginación y burlas y teniendo en cuenta que ya lamentablemente se verificó todo este proceso en cursos anteriores (por el que nos vimos obligados a cambiar de colegio) no alerte a los agentes sociales que deberían velar por la protección de mis hijos y la mía propia; por el contrario es mísera la campaña orquestada contra mí y mi familia desacreditándonos y aislándonos con sistemáticas campañas de bulos, rumorologías y falseamiento de denuncias y hechos, dada la incomodidad que represento para ciertos sectores institucionales.
Me parece lamentable que la desidia y apatía generalizada de quienes deberían izar a esa niña en su contexto escolar y social miren en dirección opuesta al problema original y real y quieran transmitir con herramientas nada éticas la idea tóxica y oscurantista de que el problema de todo esto sea el padre que mi hija y su hermano tienen; olvidándose por ignorancia interesada que el trastorno de mi hija básicamente es neurobiológico y genético y que el nefasto clima, ambiente intoxicado y falta total de apoyos y ayudas a esta niña la están marginando y discriminando muy negativamente; tanto que al día de hoy las secuelas que sufre ya la han marcado de por vida, gracias como decía antes a la incomprensión, miseria, mobbing institucional y cobardía de los muchos que por omisión y algunos otros por comisión la han condenado al aislamiento y soledad total.
Como padre y tutor de la niña, he solicitado verbalmente información a distintas personas que mantuvieron esa reunión sin ofrecérseme; contradiciendo la necesidad de actuar adecuadamente para ayudar a la niña, dado que la pediatra, como me ha informado verbalmente sigue al día de hoy informando a la trabajadora social del ambulatorio (y por ende a todas las personas que tuvieron esa reunión) ya que seguimos acudiendo al día de hoy a su consulta por motivos de esa total marginación hacia mi hija y por la que la niña ya se niega a asistir a clase, y yo obviamente la respaldo, dado que parece ser que el sistema educativo no está capacitado, al menos en el caso que nos ocupa, para asumir y hacer que se verifiquen las medidas oportunas y que no son ni más ni menos que el derecho a su integridad como poco psicológica (y que ha dado lugar a ese cuadro ansioso depresivo, latente desde hace ya tiempo, como vengo avisando desde hace años) y el derecho a los apoyos y adaptaciones curriculares, sean o no significativas, como marca la famosa L.O.E., de 3 de mayo de 2006, para niños que presentan inhabilidades como las que padece mi hija, y que vengo solicitando desde el curso 2005 al detectar su trastorno.
Como vengo haciendo en mis muchos escritos, de más de 300 páginas, le recuerdo que el fin que persigo, yo al menos, es la ayuda eficaz para una niña, cuyo pecado es padecer un trastorno incomprendido por una inmensa mayoría; no asumida por los garantes; es decir las instituciones a las que acudí; despreciada por muchos y relegada a una soledad total gracias a la discriminación, marginación, aislamiento, exclusión, desprotección y en definitiva transgresión de sus derechos fundamentales; más si cabe cuando hablamos de una menor con un 33% de discapacidad por ese déficit atencional que padece y que es ninguneada por una inmensa mayoría y despreciada por quienes se llaman agentes institucionales, a los que hago responsables de su futuro incierto, de esta crónica de un fracaso anunciado, hace ya demasiado tiempo. Comentarle que desde primeros de junio estoy en excedencia, dado el deteriorado estado anímico-emocional de mi hija.
Por último, un consejo o recomendación: Para tener una visión amplia y lo más detallada posible de una situación hay que recolectar la mayor cantidad de datos y elementos posibles. No voy a entrar en la formación de cada cual, ni en la ética, pero si recomendarle que además de tener unos valores éticos y estar convenientemente formado hay que estar informado y eso último no se consigue con corporativismos absurdos, con prejuicios o falsas ideas preconcebidas; eso se consigue cotejando datos y para ello hay que coleccionar y compararlos. A mí obviamente nadie me ha dado la oportunidad de ello, dado que ninguna de las reunidas me ha mostrado el mínimo interés y talante en conocer la versión de mi hija ni la mía. También es cierto que al día de hoy no me produce perplejidad, dado que la casuística no entra en mi filosofía.
Por todo ello,
SOLICITO
Que se me informe adecuadamente por escrito y a la mayor brevedad posible de:
- Las gestiones y planteamientos que se están dando en todo este proceso, con las posibles soluciones o proyectos encaminados a atender eficazmente a mi hija, y por ende al hermano.
- Por qué al día de hoy la pasividad hacia esas soluciones ha sido la nota dominante en este lamentable episodio.
- Por qué, en ningún momento se me ha informado o se me ha solicitado información, dado que como padre y tutor de mi hija soy yo quien tengo que izar y equilibrar la balanza animico-emocional de mi hija en el día a día por todo este desgastante clima que viene y venimos padeciendo y el coste que ello supone para toda la familia, teniendo en cuenta que en lugar de ofrecérsenos un apoyo necesario se nos está aislando, excluyendo y marginando a costa de bulos, falseando realidades.
- Por qué no hacen su cometido, y estudian la situación educativo-socio-económica de mi familia y se plantean medidas y apoyos eficaces, en lugar de obstruir el difícil caminar del día a día de esta familia con los grandes problemas ligados a cada uno de sus miembros y no coartan el principio de igualdad.
Villafranca de los Barros, 15 de octubre de 2008
Atte. Manuel Rodríguez González
Publicado por Vagabundo en 01:24
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