La Ley de Dependencia
CELIA DEL RÍO RODRÍGUEZ | VALENCIA
Para lograr que te concedan la ayuda de la ley de Dependencia tienes que morirte primero, seguro que en menos de un mes te dicen que eres beneficiario. En septiembre de 2008 solicito para la madre de mi amigo la tan «cacareada» ley. Tenía 79 años y había sufrido una hipoglucemia aguda que, primero la dejo imposibilitada, luego no coordinaba palabras y hasta se olvidó de saber comer, toser y cualquier tarea que los humanos realizamos de manera autómata cada día. Papeles hoy, mañana y los últimos en noviembre, concedidos el grado y la cantidad de dinero que le iban a ingresar. El 25 de febrero muere en La Fe, y el día 8 de marzo llaman para comunicar que lo han aprobado todo.
Mi teoría es que hay alguien que lee en los periódicos los fallecidos, teclea en el ordenador y si figura como demandante al cabo de unos días le llaman para decir que va a empezar a cobrar, no tienen que pagar nada y uno menos en la lista.
Vergüenza para los que aprobaron dicha ley y desvergüenza para los que no la cumplen.
A la memoria de Dª Vicenta Cuenca Pérez.
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