18.03.10 | 15:57 h. EVA LUNA
La Ley de Dependencia funciona, pero a un ritmo desigual. En enero de este año las comunidades fijaron un máximo de seis meses para entregar las ayudas. La realidad es que a día de hoy tardan entre 15 y 18 meses, aunque varía según las autonomías. Madrid y Valencia tienen las mayores listas de espera. Hablar de números en un asunto como la dependencia resulta frío. Basta meterse en un hogar con uno o dos dependientes para comprenderlo.
Madrid y Valencia tienen las mayores listas de espera. Vídeo: Informativos Telecinco
En casa de Reyes no hay respiro. Ella se levanta a las 6 de la mañana para rezar. Es el único momento de calma que le queda a esta gitana paciente y voluntariosa que cuida sin descanso de Rosario, su madre, de 92 años, y Mara, su hija discapacitada, de 34. "Reyes, hija, échame las gotas que se está haciendo tarde...", "Ya voy, mamá, estoy preparando la comida, espera un poco". No puede hacer ni una sola tarea sin que su madre o su hija reclamen su atención, la llaman constantemente. Con Mara tiene que tener un cuidado especial, porque le encanta la calle y en cuanto se descuida se le escapa escalera abajo: "Menos mal que el portero ya nos conoce y en cuanto la ve la entretiene un poquito para que no se aleje...". Rosario tiene una lucidez atípica en su edad, pero le fallan las piernas y su cuerpo débil no soporta tres pasos sin la ayuda de un bastón o un brazo en el que apoyarse: "La tengo que hacer todo", explica Reyes resignada.
Sólo quienes tienen un dependiente a su cargo saben del desgaste físico y emocional que supone. Y a eso hay que añadirle el económico. En casa de esta familia gitana ingresan 570 euros en pensiones. Sólo el alquiler de la casa les supone 518 euros. Es decir, que viven tres personas con 52 euros limpios al mes. Con eso, y la caridad de los suyos. Así que Reyes sueña con el momento en que la ayuda de la Ley de Dependencia toque a su puerta. Lleva un año esperando y todavía ni siquiera ha recibido la visita de las instituciones para valorar su caso.
Pero no es la única. Tomamos como ejemplo otra familia madrileña, la de Alejandro. El niño tiene 4 años pero la edad mental de un bebé: no habla, no camina y usa pañales. A su discapacidad psíquica se unen los ataques epilépticos que sufre: "Antes decía papá y mamá, ahora ya no dice nada. Según va creciendo va a peor", explica Manoli, su madre. La discapacidad de Alejandro es severa, por lo que su familia solicitó la ayuda urgente. Han pasado diez meses y Alejandro tampoco ha sido valorado. Cuando llegue la valoración aún tendrá que esperar una media de otros seis meses para que la ayuda sea efectiva.
Preguntamos a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid por Reyes y Alejandro pero nos explican que tienen por norma no responder a casos particulares. Achacan la tardanza en la aplicación de la ley a la falta de financiación del Ministerio de Sanidad y aseguran que todos los casos se están tramitando y que llevan sus plazos.
Pero poco entienden de plazos las 22.000 familias afectadas en Madrid, dónde el 43 por ciento de los solicitantes continúa a la espera. Para ellos, con el drama en casa, el tiempo transcurre de forma diferente. Tres años después de la aprobación de la Ley de Dependencia se han recibido en España más de un millón de solicitudes y se ha dictaminado que unas 750.000 personas tienen derecho a ella. 500.000 ya la están recibiendo. Otras 250.000 la aguardan ansiosamente.
Fuente: Tele Cinco
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