JAVIER MONDÉJAR
Se
acabó, me rindo, estoy dispuesto a que me rescaten y cuanto antes
mejor. Si de paso me sacan del euro y vuelvo a la peseta, aunque me
devalúen un cuarenta por ciento, miel sobre hojuelas, y mis deudas que
se las pague el diablo a los bancos alemanes en la moneda devaluada,
sean pesetas o piezas de a ocho o billetes del Monopoly. Ya está, que se
jodan como dice Andreíta, si me fastidian a mí la vida que no les
resulte gratis.
Juan Carlos Lahosa Sanz
Recortes, copago y párking
Plazas de minusválidos,
para entendernos,
de diverso funcionales
Desde
primeros de julio soy estoy viviendo en la playa San Juan, de Alicante,
digo esto para ilustrar al posible lector de este artículo de opinión,
que aquello que bien dice nuestro anterior comunicante, es decir, Don
Juan Carlos Lahosa Sanz, dice una verdad como un auténtico y gigantesco
templo.
Al
parecer todo gira en relación con el negocio de unos ilustrados
personajillos que viene a complicarnos más aún, si cabe, todas las
cotidianidades diarias, y digo esto, pues veo que a diario nuestros
servicios municipales brillan por su ausencia, esta veraniega ciudad de
la playa que todos los veranos se ve atiborrada de gentes que nos
visitan para darse un refrescante chapuzón en sus cristalinas aguas,
invaden sin respeto alguno, aquellas plazas de aparcamiento que quedan
reservadas exclusivamente a las personas ya no diverso funcionales, sino
aquellas que tengan una movilidad reducida y tengan el aparcamiento
autorizado, única y exclusivamente par estos menesteres. Pero claro, si
nuestras autoridades son las primeras que infringen estas leyes de
ámbito estatal y recogidas fielmente en el código de la circulación, la
policía municipal infringe doblemente el reglamento, primero al aparcar
allá donde no debe, y segundo, porque haciéndolo merece ser sancionado y
restarle los puntos consiguientes, cosa que incumplen según lo
legislado, y a todo eso con el beneplácito de una alcaldesa que solo
piensa en como salvarse de la imputación que nuestra justicia le ha
aplicado por su dudosa implicación en la trama del "Caso Brugal".
Pienso,
por otra parte, que al tratarse de esta época estival de difícil
aparcamiento, nuestra policía municipal transige y pone la vista gorda
con la avenida (por otra parte de suficiente amplitud como para ello)
que, en "La Rotonda", nos acerca hacía el desvío de Alicante por la
avenida de la Costa Blanca, pues siempre aparece abarrotada esta vía de
circulación. Bien hasta el punto de comprenderles; pero lo que resulta
incomprensible es que día si y por sorpresa, veamos que actúan con
premeditación y alevosía, poniendo multas a todos quienes aparcan, no
sindo amiguitos o coches autorizados para otras vías de la ciudad. Claro
cuando durante días se tolera, sorprende que cuando inopinadamente
deciden cumplir con ls leyes comiencen a sancionar, ya digo
discriminatoriamente, pues yo a esto lo considero de malas personas y
mala voluntad, siendo esta una vergonzosa trampa para acumular multas
inopinadamente. Yo lo aceptaría que fuese diariamente y que ellos fuesen
los que primeramente dieran ejemplo, pero no... Claro esto es de
Juzgado de Guardia. Pero en fin, para eso tenemos la alcaldesa que
tenemos, y que le vamos a hacer, pensar que todo esto le produzca placer
cuando no algo en lo que se me está haciendo muy difícil de pensar.
¡Que se yo!
...
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