Me entero que a partir de no se sabe muy bien cuándo, pero desde luego en un breve espacio de tiempo, nos va a tocar pagar un nuevo impuesto que se va a añadir a determinados objetos con tecnología digital. Dichos objetos son los teléfonos móviles, los MP3, los reproductores y, entre otros, los CD. La justificación no es otra que la de proteger los derechos de autor y propiedad intelectual, derechos que, supuestamente, se vulneran por todo el pueblo español (y digo todo el pueblo y no algunos españoles por el hecho de que los impuestos los tenemos que pagar todos y no sólo los vulneradores) que se dedica a copiar y, como se dice ahora, «bajarse de internet» la música y películas que quieren.
De entrada debo manifestar que considero muy importante la producción intelectual y por tanto la protección de la misma, pero debo afirmar que el sistema que se va a utilizar para dicha protección, si es como se ha explicado en los diversos medios de comunicación, no me parece justa entre otras cosas por el hecho de que la fundamentación de dicho impuesto no es correcta.
En efecto la creación del mismo se justifica partiendo de afirmaciones que, desde mi punto de vistas, son incorrectas:
1. Todos los españoles se «bajan» música y películas de internet, afirmación ésta incorrecta ya que al menos, la que suscribe, no lo hace. Y no lo hago por el hecho de que no sé hacerlo y no por ser una modelo de defensora de los derechos intelectuales y propiedad intelectual de los demás.
2. Todos los españoles se «bajan» música y películas españolas, afirmación ésta incorrecta pues me consta que lo que menos se «baja» la gente en general es, precisamente, material de la «madre patria», de tal manera que si los impuestos recaudados van directamente a las arcas de la SGAE ocurre que ésta se está beneficiando de los dineros que deberían corresponder a otras sociedades de autores de otros países.
3. Todos los españoles se «bajan» música y películas de autores españoles que pertenecen o son miembros de la SGAE, afirmación ésta de nuevo incorrecta pues no todos los actores y autores pertenecen a la misma, como queda patente por las afirmaciones vertidas por diversos actores y autores en los medios de comunicación.
4. Todos los españoles están metidos en internet dándole que te pego a lo de «bajarse» cosas pero ninguno de ellos hace fotocopias de ningún tipo, ni de libros ni de periódicos, afirmación ésta incorrecta ya que es más que patente que no es cierto. A todo esto debo añadir que, en mi caso, ocurre que como en mi móvil tengo cámara de fotos, lo uso para tal fin con lo cual estoy pagando un impuesto que beneficia a terceros cuando la obra de arte es mía. Luego las paso a mi ordenador para copiarlas en un CD, con lo cual he vuelto a pagar el impuesto que protege la propiedad intelectual de otro y lo pago dos veces por lo del reproductor y por el CD. Si las imprimo, vuelvo a pagar ese impuesto intelectual a otro por una actividad intelectual propia, es decir que el sistema no se sostiene. Es más fácil habilitar directamente una subvención para los actores a fin de que puedan pensar tranquilamente y dejarnos de sandeces acerca de la supuesta producción intelectual.
Se podría utilizar la partida presupuestaria correspondiente a las «subvenciones al cine español» y simplemente añadir la siguiente frase: «y protección de los derechos de autor y similares» y ya está, ¡aquí paz y allá gloria! Eso sí, espero que a los sufridos españoles nos tengan en cuenta y que, al menos, nos hagan un descuento en algo, en el cine español por ejemplo, así seguro que seríamos más los que asistiríamos a dichos eventos.
Carmen Galipienso Calatayud es secretaria judicial de la Audiencia Provincial de Alicante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario